Es la ceniza un llamado a la conversión y la paz

AutorJessica Castañeda

Unos gramos de ceniza en la frente serán sólo eso si el rito del Miércoles de Ceniza no se lleva hasta su verdadero propósito: la conversión.

El periodo de Cuaresma que hoy inicia y termina antes de la misa vespertina del Jueves Santo, es un llamado para morir al egoísmo, consideró el Cardenal Francisco Robles Ortega.

Estos 40 días son la preparación para la Semana Santa, que inicia el 17 de abril, y para el periodo litúrgico más importante de la Iglesia católica, la Pascua, que empieza el domingo de Resurrección, el 24 de abril.

"No debemos olvidar que es un largo tiempo de preparación para la fiesta central de nuestra fe, que es la Pascua", señaló el Arzobispo de Monterrey.

"Que sea asumida de tal manera que la hagamos nuestra, es decir, que en la Cuaresma nosotros estemos dispuestos a morir a todo aquello que nos hace daño y que hace daño a los demás, a morir a nuestro egoísmo y podamos después resucitar a una vida nueva, a una vida mejor, de mejores relaciones, de más paz, de mayor felicidad, de mayor solidaridad con los demás".

El rito de la imposición de la ceniza no es magia, por lo que recibirlo es sólo el primero de muchos pasos que hay que dar hacia la realización del propósito de arrepentimiento y conversión.

"Que participen (los fieles), pero en ese propósito de retomar el verdadero espíritu de la Cuaresma", señaló. "No nada más tomar la ceniza como si fuera algo mágico y luego ya olvidarse. No. Es el signo de querer morir con Cristo y resucitar con...

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