Entrevista / Rosy Mercado / La fe la pone de pie
| Autor | Ana Cecilia Cedillo |
El 19 de marzo del 2010, Jorge Antonio Mercado Alonso y Javier Francisco Arredondo Verdugo salieron del Tec de Monterrey a cenar después de una noche de estudio, pero nunca volvieron.
Un comando de soldados que combatían a narcotraficantes entró a la universidad, donde masacraron y ultimaron a los dos estudiantes, para después presentarlos como sicarios armados "hasta los dientes". El propio Tecnológico replicó entonces la información oficial y negó que los abatidos pertenecieran al plantel.
Tuvieron que pasar 36 horas, hasta que los padres los encontraron en el Semefo, para que las autoridades reconocieran su error. Y tuvieron que pasar 9 años para que el Gobierno federal aceptara limpiar el nombre de los muchachos y admitir que no eran sicarios, sino estudiantes de excelencia del Tec.
En un acto inédito, la Secretaría de Gobernación ofreció una disculpa pública a las familias de Jorge y Javier el pasado 19 de marzo en el Auditorio Luis Elizondo. Fue un acto solemne al que asistieron la titular de la Segob, Olga Sánchez Cordero; el General Jens Pedro Lohmann, comandante de la Cuarta Región Militar; el Gobernador Jaime Rodríguez Calderón y el Presidente del Tec de Monterrey, Salvador Alva.
Uno de los discursos más aplaudidos fue el de Rosa Elvia Mercado Alonso, madre de Jorge, quien a lo largo de 9 años supo sobreponerse a la pena de perder a un hijo para emprender una incansable lucha por conseguir verdad y justicia en el caso de los muchachos.
Rosy, como cariñosamente la llaman, me recibió en la casa de su madre en Saltillo, donde charlamos en una sala de sillones rojos, rodeadas de fotografías de Jorge, el chico que cursaba la maestría en mecatrónica y cuya pasión era la gimnasia olímpica, pero que vio truncados sus sueños a escasos 23 años.
'SE FUE EL NIÑO DE TODOS'
Rosy Mercado tiene 61 años, es menuda, por 14 años fue madre soltera y parece tener una fuerza inquebrantable. Pero no siempre fue así. En esta entrevista abre su corazón para compartir que la pérdida de Jorge no sólo la derrumbó a ella, sino a toda la familia.
"Fue muy fuerte perder a Jorge, era mucha tristeza. Cualquier paso que daba era recordarlo aquí en la casa: él es Jorge, él es Jorge (señala las fotos) y por donde camino está Jorge.
"Era muy querendón, se ganó el amor y el cariño de todos. Cuando estaba en el kínder veía que llegaba mi hermano y corría con sus cuadernitos a decirle "Mira lo que hice hoy en el kínder". Mi hermana Laura me decía 'es que Jorge es el niño de todos' y cuando se...
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