Entrevista / Jorge Valdano / Un goloso soñador
MADRID. Afuera todo es actividad y bullicio. Por el Paseo de la Castellana van y viene autos y a pesar de que el reloj marca ya las seis de la tarde, los 38 grados centígrados invitan a pensar que son las doce del día. Aún dentro del templo del madridismo, el Estadio Santiago Bernabéu, la actividad está a todo lo que da. Actualmente miles de trabajadores construyen lo que será el techo de la tribuna este del coloso, la única que estaba descubierta.
De tal suerte, la gran cantidad de andamios y material de construcción hacen que el camino hacia las oficinas del equipo merengue, situadas en el corazón del estadio, sea un laberinto el cual, tras ser sorteado, nos deja en una sala de juntas que contrasta con todo lo anterior.
Silenciosa, pulcra y limpia, exhibe los último trofeos del club más importante del Siglo 20, y ahí, su Director General Deportivo, el argentino Jorge Valdano, vuelve a las páginas de Señor Futbol, no como columnista, labor que desempeñó de manera brillante antes de tomar el cargo en el club merengue, sino como entrevistado.
Para su sorpresa, el cuestionario que se le aplica no es para enterarnos de más información sobre la pléyade de estrellas que visten actualmente la camiseta blanca, sino para re-conocer al hombre que ha forjado en poco tiempo la nueva imagen de un club cien por ciento ganador.
Los secretos de Valdano
-Casi todos los días leemos en los diarios o en el Internet las declaraciones de Jorge Valdano, dando la cara por el Real Madrid, haciendo que su labor parezca fácil ¿Hay algún secreto para transmitir esta sensación?
Yo creo que lo fundamental es conocer a fondo la cultura del club, y hablar como si hablara la institución. Yo tengo la sobre-exposición mediática porque soy el único portavoz autorizado de esta casa que se convierte diariamente en generador de noticia y esa continua presencia me ha dado oficio, pero debo decir que ésta no es una tarea que me agrade demasiado. Lo que pasa es que uno ya ha entendido que hay un club que se hace y hay un club que se cuenta; y cuando se trata de una leyenda como el Real Madrid hay ocasiones en que el club que se cuenta es más importante que el club que se hace. Estoy hablando del poder de los medios.
-A propósito ¿No extraña sus actividades del pasado: el periodismo y la dirección técnica?
-Si. Extraño más el periodismo que el banquillo.
Digamos que el banquillo es un lugar de acción que lo suplo con esta nueva posición en que la acción es el pan nuestro de cada día; en cambio, el periodismo tiene que ver con la reflexión y para eso ya no tengo tiempo en términos casi absolutos.
Valdano de carne y hueso
-¿Cómo es un día entre semana en la vida de Jorge Valdano? ¿A qué hora se levanta, qué desayuna?
(risas) Yo hablo poco de mi vida privada. El principal defecto de este cargo es que se desarrolla de lunes a domingo. El lunes a las nueve y media de la mañana yo tengo una primera reunión con todos los directores deportivos de la casa: de coordinación, adjunto, de futbol, de observadores, de futbol base, de baloncesto, que marca el comienzo de la semana, pero cuando llega el sábado o el domingo llegan los partidos y yo estoy siempre presente, por lo tanto la acumulación de actividad sin tiempos muertos, a estas alturas del año, termina por pesar. Yo me levanto muy temprano, desayuno muy bien: zumos, tostadas, café, frutas, y después de una rápida mirada a los periódicos y, con las noticias frescas en la conciencia, me voy a correr. Una hora al día hago actividad física. Ya con el cuerpo en orden y con la actualidad en la cabeza, llego al club sobre las nueve y media de la mañana y generalmente hasta las nueve y media de la noche, si no hay cena, así es que son días largos.
-¿Este trabajo ha afectado en alguna forma su vida familiar?
Si, es imposible escribir con las dos puntas del lápiz. Aquél que logre hacerlo yo lo felicito, pero en una tarea como la del futbol, que uno la lleva puesta todo el día es difícil no pagar el precio.Yo tengo una relación familiar muy buena, considero, llevo 25 años de casado. Tengo hijos ya mayores y una cierta solidez familiar, pero evidentemente no hay calidad de tiempo para dedicarle. Además, entre los problemas invisibles del futbol, los problemas de despacho, es que cuando uno se va a tomar un café, se va a...
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