El enojo: cómo afecta a la salud

AutorMarión Altamirano

La idea del enojo como causante de enfermedades ha sido tema de debate por muchos años. Existe la creencia de que esta emoción provoca padecimientos crónicos y degenerativos, entre otros. Y la conclusión es que más que causar una enfermedad, puede influir en los niveles de estrés y ansiedad que sí causan problemas.

"Es una respuesta emocional normal. Dentro de las respuestas emocionales básicas existe el enojo, la ira, tristeza, alegría, el desagrado, el temor y la sorpresa; son normales adaptativas, sirven para la supervivencia, entre otras cosas", explica Ricardo Caraza Camacho, neuropsiquiatra con maestría en neurociencias cognitivas y neuropsicología del Instituto de Neurología y Neurocirugía del Hospital Zambrano Hellion.

"Existen dos tipos de respuestas con respecto al enojo tanto en animales como en humanos: la agresividad defensiva y la agresividad predatoria; en el humano es más frecuente que se presente la defensiva", señala el especialista.

La agresividad defensiva es el enojo que tiene carga emocional, aquel que se presenta en una discusión o en una situación de peligro donde se activan los sistemas de lucha o huída; hace una descarga de activación en todo el organismo.

Esto provoca que se acelere la frecuencia cardiaca y puede resultar en dolor de estómago; el cuerpo se prepara para pelear o salir corriendo.

La agresividad predatoria es más común en los animales cuando tienen qué comer o atacar una presa; en los seres humanos es más una agresividad fría, no lleva tanto componente de reacción física y lleva una planeación previa.

"Cuando la respuesta de enojo es demasiado intensa ante la situación que lo esté provocando, o sea no va nivelada en cuanto a la causa, ahí es cuando empezamos a ver una cuestión patológica", añade.

¿EL ENOJO TE ENFERMA?

De acuerdo con el neuropsiquiatra Ricardo Caraza Camacho, el enojarte mucho no significa que te vayas a enfermar, sino que puede que ya tengas algún tipo de padecimiento, por ejemplo, un trastorno de ansiedad y eso provoque una respuesta irritable.

"Ahora bien, cuando hay una respuesta de enojo defensiva intensa, hay una respuesta de adrenalina, puesto que tiene que ver mucho con estrés y con ansiedad, y eso nos puede llevar a estados de estrés crónicos que causen gastritis, colitis o algún otro síntoma físico", señala.

Una respuesta inmediata a un coraje, por ejemplo, puede ser estreñimiento, vómito, dolor de cabeza, dolor de estómago, diarrea, colitis o reflujo.

El médico internista...

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