Encanta Ballet con su paseo

AutorMariana Figueroa

Aunque ha pasado más de un siglo de que se estrenó en Rusia con un éxito inmediato, el clásico de La Bella Durmiente, con la música de Tchaikovsky, conserva la magia y el encanto. Y para no dejar lugar a dudas, el Ballet de Monterrey dio muestra de ello ayer en el Teatro de la Ciudad.

Con una iluminación eficaz, y una escenografía y vestuario a la altura de las exigencias de los más chicos de la casa, público al que va dirigido esta puesta, los integrantes de la agrupación que dirige José Ramírez ofrecieron la primera de dos funciones de su más reciente producción.

Poco más de una hora bastó a los bailarines para llevar al público, que ocupó un 90 por ciento de la Gran Sala del Teatro de la Ciudad, por un paseo dancístico a través de la vida de la princesa Aurora, hija del Rey Florestán.

Atentos, los asistentes en su mayoría niños, siguieron las palabras del narrador quien abrió la puerta al relato en movimiento al introducir decenas de ojos curiosos al patio del palacio, donde los Reyes y miembros de la Corte Real estaban por empezar con una celebración la del bautizo de la princesa Aurora.

A la ceremonia de bautizo, no es invitada el Hada Carabosse, quien en venganza decide imponer un hechizo a la pequeña princesa al anunciar que al cumplir los 16 años se pinchará el dedo con el huso de una rueca y morirá.

El hada de las Lilas logra revertir este hechizo logrando que Aurora no muera, sino que caiga en un profundo sueño de un siglo del...

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