Empresa / ¡Muera el mínimo!
| Autor | Alberto Barranco Chavarría |
Abierta, según la Secretaría de Gobernación, la posibilidad de un periodo extraordinario de sesiones del Congreso para desahogar las propuestas de reforma energética y laboral en la mesa, la nueva generación de banqueros traza lo que a su juicio debería ser la línea en este último terreno para colocar al país a la vanguardia... a favor de la causa patronal.
Como usted sabe, la baraja tiene dos cartas: la llamada Ley Abascal, es decir la propuesta de modificaciones a la Ley Federal del Trabajo consensada por la Secretaría del ramo entre las cúpulas empresariales y las centrales obreras de filiación priísta, y la planteada por el PRD, derivada a su vez de un documento de trabajo de la UNT, cuyo alcance es mayor, dado que plantea modificar el artículo 123 de la Constitución...
Naturalmente, el mayor grado de dificultad lo plantea esta última alternativa, dada la necesidad de contar con el sí de dos tercios del pleno de una y otra Cámaras, lo que implicaría la totalidad de alguna de las fracciones políticas de mayor peso, llámese PRI o PAN, más un puñado de votos de la otra.
El caso es que para los señores del dinero la alternativa debería ir más a fondo de lo que plantea la polémica propuesta de la Secretaría del Trabajo, a la que tirios y troyanos acusan de inclinar la balanza a favor de los intereses patronales, y de mantener incólume la estructura de sometimiento de los trabajadores al viejo sindicalismo rapaz.
De entrada, el documento "Flexibilización del mercado laboral" elaborado por el grupo financiero BBVA/Bancomer dentro de su serie Propuestas, señala que contrario a su propósito original, en México el marco institucional de protección al empleo "desalienta la creación de puestos de trabajo, al imponer severas restricciones a la contratación, la movilidad y el despido de los trabajadores".
Más aún, se señala que el artículo 123 de la Constitución "introduce graves distorsiones en las remuneraciones laborales, al establecer por ejemplo un salario mínimo y contribuciones al fondo de vivienda y a la seguridad social". Además, la existencia de contratos ley hace menos viable la operación de muchas empresas que, independientemente de su situación financiera y de mercado, deben cumplir con las mismas prestaciones laborales.
De hecho, para la nueva generación de banqueros una de las distorsiones más graves que ha impuesto la legislación a los mercados laborales es el salario mínimo. Si bien su aplicación puede partir de un criterio de...
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