Empresa / Fiscal, única apuesta

AutorAlberto Barranco Chavarría

A contrapelo de las inauditas promesas de vía libre a inversiones en el sector energético colocadas ante empresarios suecos por el Presidente Vicente Fox, aduciendo la inminencia de la apertura, lo cierto es que la única reforma que cabildea seriamente el Gobierno ante el Congreso es la fiscal... por más que hasta hoy sólo se tracen escenarios.

La paradoja del caso es que el promotor del asunto, en sentido contrario a las leyes de la ortodoxia, no es la Secretaría de Hacienda o en su caso la de Gobernación, sino el Banco de México.

Colocado el tema en el eje del debate en una inusual comparecencia pública del Gobernador de éste, Guillermo Ortiz, ante el pleno de la Comisión de Hacienda del Senado de la República, la bola ha ido creciendo paulatinamente, incorporándose a las centrales obreras, a algunas organizaciones sociales y, naturalmente, a las cúpulas empresariales.

Por documentos no queda.

Puntual a la promesa hecha a los legisladores, el Banco de México entregó al amanecer de mayo pasado un documento de 70 páginas en el que se plantea un escenario patético en la correlación entre ingresos y egresos públicos, a la vista de presiones ineludibles como el repago de los Proyectos de Inversión Diferida en el Registro del Gasto (Pidiregas), que financió el sector privado en favor de Petróleos Mexicanos o la Comisión Federal de Electricidad, o la eventual incorporación al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado al marco del Sistema de Ahorro para el Retiro, a la par de los apoyos federales que exigirán las reformas estatales a la seguridad social.

La primera línea del texto ("Un comparativo internacional de la recaudación tributaria"), es más que explícita: "México es uno de los países con menos carga fiscal en el mundo".

La exposición de motivos habla de las excepciones integradas al sistema tributario mexicano, por presiones políticas, por más que la mayoría apunta a propiciar una mejor distribución del ingreso, que además de restarle neutralidad, han provocado una grave pérdida de la capacidad recaudatoria, en un marco en que por construcción no se posibilita un nivel de recaudación potencial muy elevado, y se supedita en gran parte al ingreso petrolero.

Y aunque en el pasado la balanza se ha podido compensar a medias con recursos procedentes de fuentes no recurrentes, entre ellas el propio petróleo y las privatizaciones, éstas se están agotando.

De entrada, por ejemplo, se ha reducido notablemente el...

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