Empresa / Cuentas alegres

AutorAlberto Barranco Chavarría

De acuerdo a las cifras oficiales, el total de recursos que llegó al País en puntal de la infraestructura productiva alcanzó 13 mil 627 millones de dólares... frente a los 16 mil 500 que recibió Brasil, pese a las nubes negras que se anticipaban en Wall Street con la eventual elección de un presidente obrero: Luiz Inácio 'Lula' da Silva.

El problema es que aunque de los 9 mil 646 millones notificados al Registro Nacional de Inversión Extranjera, sólo 3 mil 34 apuntaron en estricto a nuevas inversiones, el monto que pareciera imposible de superar tras el impasse que representó el incierto de la guerra en el Golfo Pérsico y la consiguiente contracción de la economía de Estados Unidos.

El 73.2 por ciento del gran total, es decir, 7 mil 163 millones de dólares, provino del país de las barras y las estrellas.

Más allá, la cifra se abultó con la importación de activos fijos de unas mil 346 sociedades maquiladoras, cuyo escenario de factibilidad se deterioró gravemente en el último tercio del año, al punto en que al menos 300 de ellas se fueron del País con proa a China o los países del bloque centroamericano, con énfasis en Honduras y El Salvador.

Y si le seguimos, hete aquí que 650 empresas estadounidenses radicadas en el País, principalmente las orientadas a los ramos de comercio y servicios, le apostaron a la expansión al reinvertir sus utilidades por un monto de mil 875 millones de billetes verdes, faena que pareciera irrepetible en este año, dado el enrarecido clima que plantea el escenario de campal política en el País y los apuros para mantener el presupuesto ante la inevitable caída en el precio internacional del petróleo.

El resto se complementó con cuentas entre compañías por un monto de 2 mil 742 millones de dólares.

Ahora que algo menos de la cuarta parte del gran total, exactamente 3 mil 259 millones de dólares, apuntó a un simple cambio de manos de firmas ya establecidas, es decir, no significó la creación de nuevos empleos.

Estamos hablando de cuatro operaciones gigantes: la compra de la mayoría del capital del banco Bital por parte del banco inglés de Hong Kong-Shangai, por mil 131 millones de dólares; el traspaso a la controladora mundial de Pepsi Cola, es decir, Pepsico, del control del Grupo Embotellador Mexicano, de Enrique Molina Sobrino, por mil 100; la venta de la Aseguradora Hidalgo a la compañía estadounidense Metropolitan Life, por 966, y una inyección en billetes verdes a la cadena de farmacias Benavides por 62...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR