Son ejemplo de amor y valentía

AutorAndrea Carolina Acosta Ordaz

Hay ocasiones en que la vida marca un giro inesperado. Éste es el caso de los no tan comunes papás de tiempo completo, quienes, además de trabajar, tienen la tarea de educar solos a sus hijos y balancear sus responsabilidades de manera exitosa.

VENCE A LA ADVERSIDAD

Después de que su esposa perdió la batalla contra el cáncer de mama, hace tres años, Ricardo Lozano González, médico cirujano digestivo, ha buscado la manera de salir adelante con sus cuatro hijas.

"Mi esposa falleció el 23 de marzo del 2015, a consecuencia de cáncer de mama avanzado", narra Ricardo.

Desde entonces, él se responsabilizó del cuidado de sus hijas, de tomar las decisiones de la casa y hasta de aprender a hacer peinados.

Ricardo cuenta que cuando Concepción, su esposa, ya estaba muy grave, le planteó que si un día faltaba, él rehiciera su vida con una mujer que fuera cariñosa con sus hijas, pero no estuvo de acuerdo.

"Cuando recién falleció, me puse a ver libros en internet, recetas y comencé a cocinar", comenta Ricardo.

"Empecé a hacer platillos que sabía que a mis hijas les gustaban, y me empezaron a salir ricos. De repente, muy salados, pero bueno, buscando la forma he ido aprendiendo".

Con cuatro hijas de 19, 17, 16 y 5 años, actualmente, Ricardo se convirtió en súper papá, haciendo espacio para todas sus obligaciones.

"Nos levantamos a las cinco de la mañana. Sarah, la chiquita, a las cinco y media, y a las seis ya estamos saliendo para dejarlas en la escuela".

De regreso, si no tiene cirugías programadas, desayuna en casa.

"Después, salgo a mis consultas y operaciones. Llego a medio día a hacer de comer. Luego, hago las vueltas de las niñas y las consultas, por la tarde. Regreso a la casa como a las nueve de la noche".

Aunque al principio Ricardo contaba con la ayuda de sus padres, esto cambió en enero de este año, cuando ellos fallecieron tan sólo con quince días de diferencia.

Las niñas y él están tratando de ajustarse a los cambios y los roles dentro de la familia.

"Lo que no les he permitido es tener un rol de madres. La psicóloga me recomendó no dejarlas tomar ese papel porque a ellas no les corresponde, ya que el papel de papá es mío".

Sin duda, no ha sido fácil, pero su fe lo levanta y le ayuda a seguir adelante.

"La cuestión es no desanimarse y no deprimirse. Al principio, le daba muchas vueltas, no sabía cómo le iba a hacer yo solo, pero soy una persona de mucha fe, y teniendo a Dios de la mano, todo se me ha hecho más fácil. No hay que tener miedo a...

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