Luis Eduardo Villarreal Ríos / El poder intriga

AutorLuis Eduardo Villarreal Ríos

Una contribución para sustraernos de la semana estridente a que nos sometió el torbellino postelectoral es discurrir sobre el poder en sí, al margen de quien ocupe la silla que dejará en unos meses Vicente Fox.

Quien salga revestido con la banda tricolor debería prestar atención a los datos duros. Aunque en la democracia se puede ganar por un voto de diferencia, el ganador puede o no tener legitimidad.

Si más del 40 por ciento de los ciudadanos empadronados se negaron a votar, quien nos vaya a gobernar contará con la solidaridad de tan sólo el 21 por ciento de los votantes posibles, ya que el resto no sufragó por él.

Así las cosas, poco menos de 57 millones de mexicanos, ellas y ellos, de los 71 millones que están empadronados, de algún modo no estarán a favor o, si se quiere, no se sentirán identificados con el próximo Presidente de la República.

La estructura del Legislativo, por su parte, no absolverá al futuro mandatario de buscar y de hallar consensos, porque sólo cerca del 35 por ciento de los legisladores estará incondicionalmente a su favor, mientras el 65 por ciento restante no.

¿Cómo ejercer el poder con esta pluralidad fruto de la polarización? Suenan a proclamas en el desierto los exhortos a respetar la legalidad y la vida institucional, cuando los contendientes en campaña se dieron con todo.

Por eso, quien nos vaya a gobernar deberá atender a lo que de él dicen sus gobernados. Por desgracia, la vox populi a menudo se ve suplantada por las voces de la élite, aquéllas con las que el poder se quiere ampliar.

Así, son los subalternos los que padecen el lado perverso del poder, aquel que tanto los gobiernos se esmeran en esconder a los ojos de sus pares. Una vez encumbrado, el poder humilla, reprende, se olvida de cómo arribó ahí.

El poder, al contrario de lo que se dice, no cambia a las personas. Más bien hace que se revelen. Es como el artista a quien le faltaban pincel, pinturas y lienzo, o el asesino que, finalmente, dispone de un arma.

El poder define y guía a los individuos porque ya se...

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