Eduardo Caccia / El hombre estereofónico

AutorEduardo Caccia

El tema surgió en la mesa como quien pide el salero, súbitamente cambió el sabor del desayuno. Me comentaron de un concierto que se había celebrado durante la semana en el Teatro de la Ciudad (de México), un homenaje al inventor del sonido estéreo y considerado "padre del lounge".

Por supuesto, dada mi incalculable ignorancia musical, no sabía de quién hablaban, pero me impactó que fuera un mexicano, símbolo de admiración y hasta culto en el extranjero, por figuras como Sinatra, Bono, Quentin Tarantino, Matt Groening y hasta Henry Mancini.

Juan García Esquivel, "Esquivel", como se le conoce en el argot del pentagrama, fue un genio musical, un mexicano adelantado a su tiempo cuya vida y pasajes de pronto me cautivaron. Se cuenta que cierto día, Esquivel vio a la distancia a su ídolo Henry Mancini; tímido al fin, decidió evitar el saludo. Hombre de excentricidades, como suelen ser los genios, me parece increíble que la gran mayoría de los mexicanos no lo conozcamos y que sus aportaciones al mundo de la música y la tecnología de los sonidos no se celebren en México y no sean motivo de orgullo.

Leyendo textos de Rubén Zermeño y la entrevista que le hizo Fernando Rivera cuando Esquivel recién cumplió 83 años (murió a los 84, en 2002), apenas imagino al personaje y sus propuestas disruptivas que ganaron la admiración y críticas de muchos.

Como todo innovador, corrió riesgos. Fue tachado de "mamarracho musical", sufrió burlas y hasta pronósticos infames (paradójicamente casi ciertos), como el que le hiciera R.D. Parral de Alta Fidelidad, quien definió la música de Esquivel como "sonidos nauseabundos de latones, diversos instrumentos, que son, en la mayor parte de las cosas, intolerables. No tengo dudas de que en un par de años sus cintas yacerán pudriéndose en áticos y garajes".

La que es considerada su obra magistral, "See It in Sound", estuvo enlatada por 39 años debido a que no gustó a los ejecutivos de la RCA. Salió a la venta hasta 1999. Como muchos pintores consagrados, primero son rechazados hasta que alguien, tiempo después, descubre un lienzo prodigioso.

No sorprende que su inspiración, más que músicos, fueran pintores. Van Gogh, por su notable colorido, tuvo en Esquivel una influencia decisiva; el músico mexicano afirmó: "Mi manera de acercarme a las canciones es como si fuera un pintor. Yo puedo ver el lienzo y la música es...

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