Eduardo Caccia / Distopía mexicana

AutorEduardo Caccia

Las sociedades se moldean con ideales, de ahí que una de las responsabilidades de los líderes sea dar vida a los principios inspiradores para que se conviertan en objetivos comunes, muchas veces utópicos.

Si la utopía equivale a la sociedad ideal donde todo es armonía, la distopía es la representación de una sociedad donde hay una seria alteración, pero la mayoría la vive como utopía.

La distopía no es un mundo futuro apocalíptico donde el planeta ha sucumbido, sino un mundo real, paralelo al nuestro, donde hay algo perturbador dentro del individuo, en sus creencias y conducta, una distorsión inquietante del sistema social que no concuerda con nuestra lógica. Por ejemplo, las consignas del Estado controlador en la novela "1984": "la guerra es la paz", "la libertad es la esclavitud", "la ignorancia es la fuerza".

Dentro de la literatura distópica mi autor favorito es George Orwell. A través de sus obras refleja una crítica a los sistemas políticos y sociales de la época, aunque también podemos interpretar que hace una premonición respecto al establecimiento de regímenes estatistas y dictatoriales.

"1984" y "Rebelión en la Granja" son para mí sus mejores obras. Me detengo en la segunda, una fábula satírica contra el comunismo, también contra aquellos que llegan al poder enarbolando valores que luego traicionan.

Érase una granja donde los animales son incitados a rebelarse gracias a uno de los cerdos de más jerarquía que, en una sobresimplificación de sus problemas, encuentra un único culpable de todos los infortunios animales: el neoliberalismo, perdón, el hombre. Le pinta al resto de los animales un mundo donde es necesario borrar al hombre para vivir, al fin, en justicia y armonía.

Consumada la rebelión, los animales mandan en la granja y son liderados por los cerdos (dada su inteligencia superior). Se establecen mandamientos y se eliminan los símbolos alusivos al dominio humano (no se piense en ningún aeropuerto). Los animales irrumpen en la casa donde habitaban los humanos para constatar el lujo inmoral en que vivían y deciden convertirla en museo (no he dicho Los Pinos).

Poco a poco los cerdos empiezan a tener privilegios sobre las demás especies con el argumento de evitar que regresen los hombres. Uno de los cerdos paulatinamente se convierte en dictador y los mandamientos iniciales empiezan a ser modificados. Las ovejas, que piensan poco, balan como autómatas "¡cuatro patas sí, dos pies no!" en las sesiones donde el líder es...

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