Eduardo Caccia / ¿Dar o recibir?

AutorEduardo Caccia

En la boda de un querido amigo, una ceremonia sui géneris, no religiosa, que nos marcó a varios por la profundidad de los mensajes, uno de los oficiantes fue Dan Ariely, profesor de psicología y economía conductual en la Universidad de Duke, mi autor favorito en materia de motivaciones y conductas.

Ariely nos contó un experimento social en el que hay un grupo de 10 personas, que no se conocen entre sí, cada mañana cada uno recibe 10 dólares. Con ese dinero pueden quedárselo o regresarlo a una alcancía común. Si deciden regresarlo, el dinero se multiplica por 5 y al final del día se divide en forma equitativa entre todos. Así, el primer día todos regresan el dinero y para la noche tienen cada uno 50 dólares (100 x 5 = 500 / 10 = 50). Lo mismo sucede durante varios días, hasta que alguien traiciona al grupo.

Ese día alguien se quedó con los 10 dólares por lo tanto la repartición al grupo fue de 45 dólares (90 x 5 = 450 / 10 = 45). Uno tiene ese día 55 dólares, nueve tienen 45. ¿Qué sucedió después?: la gente dejó de cooperar. El buen equilibrio es muy frágil, dijo Ariely, y el mal equilibrio es muy estable.

Aunque el autor de "Predeciblemente Irracional" llevó la anécdota al matrimonio ("cuando te sientas tentado a hacer algo que es bueno para ti, pero no para la pareja, piénsalo dos veces"), yo lo aplico también a la conducta de una sociedad, como la mexicana, en donde los actos ilegales e impunes han roto el equilibrio y han dañado el sentido de generosidad que tenemos los mexicanos.

Sin menoscabo de que necesitamos recuperar un régimen de Estado de derecho que termine con la impunidad y eventualmente disminuya la corrupción, como sociedad también podemos hacer algo para influir en los demás: practicar un ejemplo que contagie; ¿cuál, cómo?

Imagina que puedes escoger ser uno de tres tipos de persona: interesado, equitativo o generoso. Si eres interesado buscas sacar provecho de los demás, como dice el dicho "no das brinco sin huarache", fomentas relaciones en función de obtener algo, tu ego es tan grande que en redes sociales apareces como el salvador de la humanidad, el gurú, el número uno.

Si eres equitativo, das en función de lo que recibes, buscas el equilibrio. Y si eres generoso, das aunque no recibas, piensas en los demás antes que en ti, sacrificas muchas veces tus necesidades por otros...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR