Ecos del TIFF

AutorJuan Carlos García

Enviado

En el TIFF los actores son las estrellas, el centro de atención, los que dan de qué hablar, los que ofrecen los discursos con más reproducciones y los más fotografiados.

Pero, para que esto sea así, se requiere de miles de voluntarios que organizan su estadía en esta ciudad canadiense

Alrededor de la vorágine que significa el festival, que programa más de 400 películas para proyectarlas a lo largo de 11 días en 10 sedes distintas y más de 50 salas, es imperativo que alguien organice entradas y salidas de artistas, asigne sitios a publicistas, acomode al público y atienda a clientes.

Y todas esas tareas las hacen los voluntarios, que ascienden a 3 mil por año.

Ellos y ellas están vestidos siempre con playera naranja con el logo oficial. Los de más experiencia son los que están en las alfombras roja y asisten a fotógrafos y reporteros. Y quienes poseen un título en la organización acompañan a las celebridades en la bienvenida.

No les pagan, pero a cambio les dan entradas para ver películas...

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