Échales la sal

AutorNayeli Estrada

Es la piedra preciosa de la cocina: magnifica la esencia de cada alimento.

Formada en océanos, lagunas, pozos, antiguos lechos marinos... la sal resulta de una reacción química. Cuando el sodio, metal inestable y altamente flamable, entra en contacto con cloro -gas venenoso- nace el cloruro de sodio, la única familia de rocas apta para el consumo humano, explica Mark Kurlansky en el libro Salt: a world history.

La geografía es un factor determinante en la tipicidad (forma, color e intensidad) de las sales que llegan a la mesa; además, regala a quienes van en busca de este ingrediente paisajes únicos, como el de la sabana de Bogotá, reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.

Salar es una práctica humana desde hace miles de años. El hedonismo culinario la hizo su mejor aliada a la hora de resaltar sabores, pero la sal fue para civilizaciones antiguas un magnífico conservador de alimentos e, incluso, una apreciada moneda de cambio.

Según una investigación de la Academia Nacional de las Ciencias de Estados Unidos, los mayas intercambiaban ladrillos de sal o pescado salado por otros productos.

"Es el condimento más antiguo usado por el hombre; su importancia es tal que ha marcado el desarrollo de la historia en distintas etapas; ha tenido grandes repercusiones económicas, políticas y culinarias entre las civilizaciones que han pulido nuestra cultura y forma de vida", resalta el Instituto de la Sal.

¿ARTESANAL O INDUSTRIAL?

Marisol Pulido, creadora del concepto Sal de Aquí, con sede en la CDMX, explica que recolección y secado son esenciales en la calidad...

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