Una dulce lección

AutorErika Salazar

¡Ah, el amor! Algunas veces se hacen todo tipo de cosas por él, algunas arriesgadas como brincar altos muros o comer las "delicias" preparadas por el ser amado, aunque estén un poco crudas o medio quemadas.

Sobre todo el 14 de febrero, fecha en la que abundan este tipo de detalles. De hecho, este año vi llegar tan pronto el Día de San Valentín, que no me quedó de otra que meterme a hacer pasteles para regalar.

Pero, ¡sorpresa!, resulta que de pasteles no sé más que seguir la receta de Betty Crocker: agregue leche... y ¡listo! (y a veces hasta se me olvida), y quería algo que verdaderamente rompiera corazones y no estómagos.

Así que me acerqué con la chef Patricia Roccatti y me metí de oyente a una de las clases de su diplomado (aunque más bien diría que fui de probante, porque quería probar de todo).

Nótese que el curso dura un año y que ingresé en un grupo que está bastante avanzado, y hasta llegué a pensar que no iba a aprender nada. "Mujer de poca fe", diría mi abuelita, y con cuánta razón, porque si bien no aprendí toda la técnica que el grupo ya sabe desde tiempo atrás, sí obtuve buenos tips.

Yo no sé cuánta experiencia previa tengan las alumnas, pero qué bárbaras, en un dos por tres sacaron unos cheesecake y unas tartas tan glamorosas, que me dejaron el ojo cuadrado y salivando a más no poder.

En esta sesión las chicas decoraron pasteles que habían empezado una clase antes, por eso no me aprendí todo el procedimiento, pero sí que tomé nota de todas las características de una decoración profesional, considerando el volumen, altura, color, en fin, todos detalles básicos para hacer lucir regio un postre.

Otra cosa que descubrí es cómo rescatar algunos errores en la preparación de cheesecakes, pues me tocó ver cómo salvaban unos elaborados por otro grupo en un molde de fondo no desmontable.

Ah, pero se necesitan las herramientas y el conocimiento de una profesional como la chef para esta misión.

Los cheesecake estaban congelados y bien pegados en el molde; haga de cuenta como novios en pleno Día del Amor y la Amistad.

No, yo hubiera metido cuchillo y pala para sacar lo que se pudiera del molde, pero la chef utilizó una pistolita de aire caliente (así como la secadora de pelo, pero especial para repostería) y la pasó por el fondo y las orillas, y con paciencia y un poco de calor salieron como mantequilla.

Después de esta "cirugía", Roccatti la hizo de "enfermera" de cheesecake y le aplicó su respectiva "curación" poniendo una banda de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR