Doblan a chatarra políticas actuales

AutorSilvia Olvera

En México, cuando se trata del tema del reciclaje y de la compra de chatarra, la dureza de todos los eslabones del acero queda completamente debilitada, debido a las políticas fiscales.

Estas políticas han propiciado un mercado informal, no sólo en el reciclaje de metales, sino en todo tipo de materiales, incluyendo plástico, cartón, vidrio y PET, entre otros.

Juan Antonio Reboulen, director de relaciones institucionales de Deacero, explica que la legislación vigente pide al chatarrero o reciclador pagar el 5 por ciento del Impuesto Sobre la Renta (ISR), sin embargo, ese porcentaje representa la utilidad de esa actividad.

A esto se suma la retención del Impuesto al Valor Agregado (IVA) que deben realizar los transformadores o grandes empresas a los negocios de chatarra, por lo que éstos optan mejor por venderles a los acopiadores, a quienes no les tengan que facturar.

"A nosotros nos pega mucho como industria, porque no hay un mercado formal para todo el tema de la chatarra, porque el esquema fiscal que rige representa una barrera gigantesca para que este mercado -que está muy segmentado, muy diluido-, se pueda formalizar", considera Reboulen.

Por esta razón, dice, mucha de la chatarra que se acopia en México se va al mercado de exportación.

Según información de la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (Canacero), México es deficitario en chatarra, ya que tiene que importar alrededor del 15 por ciento de lo que consume.

Revela que en los últimos años, la chatarra dentro de la producción de acero en el País representó el 34 por ciento, aunque hay industrias que dependen del 100 por ciento del material reciclado.

"Si bien la chatarra es el material más reciclado a nivel mundial, y su reciclaje genera múltiples beneficios ambientales y sociales, en México su disponibilidad para reciclaje en la industria siderúrgica se ve limitado por diversos factores", señala.

Éstos, agrega la Canacero, son el tiempo de vida útil extremadamente prolongado en México, es decir, que la chatarra la obtienen de bienes que los consumidores se tardan más en desechar, en relación a otros países.

Por ejemplo, los electrodomésticos, en países de primer mundo los desechan en un lapso de entre cuatro y 10 años, mientras que los mexicanos pueden hacerlo hasta en 20 años.

El segundo aspecto que enumera la Cámara acerera es la ausencia de incentivos que promuevan el reciclaje interno.

"En el 2014 México exportó casi el 10 por ciento de la chatarra, esto es...

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