El divorcio les da risa

AutorHéctor Rosas

Pasar por un divorcio puede ser un proceso doloroso, pero cuando lo enfrentan Sebastián Rulli y Mariana Seoane es asunto de mucha risa.

Y cuando la pareja en cuestión carga aún con la popularidad que le dio su participación reciente en una telenovela, resulta una fórmula efectiva para que los regios casi llenen una sala de teatro.

Al menos así ocurrió anoche en el Teatro Monterrey durante el estreno de Divorciémonos, Mi Amor, una comedia de enredos y situaciones escrita por la actriz Patricia Martínez y dirigida por Benny Ibarra.

La popularidad que le dejó al actor el personaje de Arturo de la Barrera, que hizo en el melodrama de Teresa, y a Mariana Seoane el de Oriana, en Mar de Amor, fue sin duda un elemento que contribuyó a que el público se sintiera atraído para disfrutar durante una hora 45 minutos la puesta en escena.

La obra, en la que también actúan Manuel Landeta, Adriana Fonseca, Alexis Ayala y Alejandro Herrera, no tiene mayores pretensiones que la de divertir.

En la primera función, la puesta en escena resultó divertida, entretenida y muy ligera para la audiencia de 700 espectadores, en un espacio con capacidad para 770 personas.

A través de los típicos enredos y situaciones de una comedia ligera, los actores cuentan la historia de una pareja que después de siete años de matrimonio pretende separarse por malentendidos.

En el proceso de ruptura, ambos deciden espiarse para saber cómo ha afectado a uno y otro la nueva situación, lo que causa una serie de confusiones, justo cuando los personajes principales coinciden en una cabaña.

Desde luego, la intervención de Rulli fue una de las más festejadas por el público...

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