Diván Especial/ Viviendo una feliz incompatibilidad

AutorJosefina Leroux

Muchos matrimonios terminan divorciándose por incompatibilidad de caracteres. No se dan cuenta que más bien abdican por su inhabilidad para tolerar las diferencias.

Porque lo que importa para formar una feliz pareja no es la compatibilidad, sino qué hacen ambos con las disimilitudes.

La magia de los encuentros estriba en las emociones sentidas de saberse elegido por alguien. Al principio, qué tan iguales o diferentes sean dos enamorados pasa inadvertido; lo que destaca son los sentimientos y emociones que se provocan ante la presencia de alguien que importa.

Las primeras reacciones son físicas, ¡la famosa "química"! Esa combinación de elementos que hacen que toda la piel se estremezca y que algo dentro vibre. No necesariamente ocurre al inicio de una relación, algunas parejas pueden conocerse durante años y, un buen día, coinciden en forma distinta y sus corazones laten a otro ritmo.

El otro, en ese instante, deja de ser un extraño y comienza a formar parte de uno mismo; ocupa el pensamiento, el corazón y hasta dormidos habita en los sueños.

Es ahí, dentro de uno, cuando se empieza a transformar para hacerle a la propia imagen y semejanza; nadie es consciente de cuándo o cómo ocurre el proceso de ajuste a las necesidades para hacer interiormente el amante a la medida.

Sin embargo, eso no ocurre realmente, es sólo parte de la imaginación.

Surgen algunos datos que ofrecen otra cara de la pareja, una cara que ofrece dudas; pero una fuerza interna convence que el amor hará lo imposible para convertirla en ese ideal que cada uno necesita.

Pasa el tiempo y empiezan las desilusiones. La pareja no era como se había creído, no era tan cariñosa ni atenta. Ha perdido su interés y sus cosas son ahora más importantes.

Ese es el momento crucial, el de la decepción, no obstante para muchas parejas no represente más que el despertar de un lindo sueño.

En la experiencia pasada estriba la dificultad

Nunca se enseña a convivir con la diferencia, al contrario, los padres hacen sentir que la felicidad del hogar consiste en que todos adopten los lineamientos que ellos establecen.

Se entiende que mientras todos ejecuten el papel asignado no habrá problema; así sucede en la mayoría de los hogares. Los conflictos emergen cuando surge algún rebelde que osa desobedecer.

Se escucha como "lógico". Sin embargo, en esta propuesta de familia muchos tienen que negarse a sí mismos. Algunos lo hacen descontentos e inconformes, pero conscientes de que no existe otro camino si...

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