DIVÁN

AutorJosefina Leroux

Crecer sin dolor

  1. Es en relación a la pregunta del pasado martes 29 de septiembre sobre una sobrina que responde grosera a la tía cuidadora: creo que mandarla a casa sería la solución fácil.

    No se aprende nada o muy poco. El reto será superar el conflicto; hacerle ver que lo que hizo la niña estuvo mal. Hacer introspección sobre las causas.

    Tal vez la menor sólo necesite de un rol parental más firme y constante, entender por lo que el mundo está pasando con el confinamiento y que la entiendan.

    El crecer y desarrollarse es como cuando los moluscos mudan sus caparazones, duele y mucho. Es un proceso de conflicto: estrés y dolor. Pero al final se llega a un nuevo y mejor estado de vida.

  2. Gracias por tu comentario. En ningún momento menciono regresarla a casa, sino conversar con ella, etc. Uno de los problemas de salud mental que está proliferando en las familias, es que los asuntos de los adultos impiden escuchar las voces de niños y adolescentes.

    Siguen pensando los padres que la infancia es una burbuja que los protege de sufrimiento. Nada más equivocado.

    Quizás en el pasado los menores estaban separados del mundo adulto y eran inconscientes de sus angustias, pero en este siglo se dan cuenta de todo y sufren aún peor que los grandes, ya que por su edad no han desarrollado recursos para entender y enfrentar las realidades que les tocan vivir.

    En la pregunta que hace referencia, la chiquita era descrita como buena en general, sólo se menciona un exabrupto...

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