DIVÁN

AutorJosefina Leroux

Cuestión de valores

  1. Buenos días, Josefina. Ayer tuve una reunión con mis amigas de la infancia. Todas estamos casadas, aproximadamente de entre 8 y 15 años de casadas y a todas nos dan una vida de mucha comodidad.

    Salió a discusión el tema de qué hacer en caso de una infidelidad del esposo.

    Mi posición siempre ha sido que no podría seguir con él. La confianza estaría rota para siempre y no creería poder recuperarla. Yo pienso que es la postura con más dignidad, pero al parecer me equivoco.

    Mis amigas, todas, dijeron que prácticamente la más tonta era yo, que de qué servía tanta dignidad si yo iba a tener que trabajar y batallar, que porque le iba a dejar "el camino libre" a la amante, que no era justo que ella se llevara esposo, dinero y la vida cómoda que tenemos, y que yo me quede sin nada.

    Me gustaría saber tu opinión al respecto.

    ¡Muchas gracias!

  2. Entre tus amigas y tú es obvia la diferencia en valores. Para ti, la honestidad, la confianza, el orgullo y la dignidad personales son importantes.

    Para tus amigas, la conveniencia y la comodidad son prioritarias.

    En la práctica tienen razón, es más fácil que un hombre sea el proveedor, pero la dignidad sirve para conservar un autoconcepto y autoestima altas para no caer en la prostitución conyugal.

    Pero hay más opciones de las que se perciben. Habría que saber qué clase de infidelidad sería y si fuera una ocasión o una...

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