DIVÁN

AutorJosefina Leroux

El valor de educar

  1. Hola, Josefina. Mi mamá me recortaba sus artículos y me los metía en mi mochila para que los leyera. Por ti supe de muchas cosas que ella no se atrevía a decirme.

    Ahora estoy casada con una niña. Mi esposo es más joven que yo tres años. No pensé que eso era importante, pero para educar a una hija sí lo es.

    Él todo ve normal y no se preocupa por nada. Dice que los niños aprenden solos, le da flojera enseñarle cosas. Yo no quiero que mi hija sea una burra sin mecate. Quiero que vaya a la escuela, tiene 4 años y él dice que todavía no es tiempo. Creo que por no pagar.

    Él viene de una familia trabajadora, pero ninguno tiene carrera. En mi familia todos fuimos a la universidad y quiero que mi hija vaya también.

    Él tiene buen trabajo y me mantiene bien. Yo me dedico a la niña y dice que para qué estudié. Cómo convencerlo de que es importante estudiar para que apoye a nuestra hija.

    Gracias por este espacio.

  2. Gracias a tu madre y ti, ahora.

    Creo que más influyente que la edad, parecen ser los valores de las historias familiares de cada uno.

    Para los que no tuvieron oportunidad de estudiar, el trabajo es el medio para progresar, su experiencia lo avala. No amas ni valoras lo que desconoces. Para tu familia, el conocimiento académico fue importante.

    Por siglos se pensó que no era importante que las mujeres fueran a la escuela si iban a casarse y las mantendría el marido. Fueron las mismas mujeres las que cambiaron la historia leyendo, aprendiendo y pugnando...

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