DIVÁN

AutorJosefina Leroux

Su esposa, la infiel

  1. Josefina, te leo frecuentemente y siempre publicas historias de víctimas de la infidelidad masculina. Mi historia es diferente.

    Mi esposa me fue infiel muchas veces. Por algún tiempo callé para ver hasta dónde era capaz de llegar. Me asombraba de sus mentiras, eran increíbles. Ella me creía imbécil, no me cabe la menor duda.

    Al principio hirió mi orgullo, pero ya decepcionado entré en su juego para enterarme de lo que era capaz de hacer. Con decirte que usaba a su madre de cómplice para irse fines de semana con su amante, un maestro valín bueno para nada.

    Esperé meses para reunir pruebas, le puse GPS a su camioneta y conté las veces que se veía con él en el hotel. Hackée sus redes, imprimí sus chats y al final le enseñé todas las pruebas con la misma crueldad que ella tuvo conmigo.

    Si tenía tan claro su amor por el otro, ¿por qué no me pidió el divorcio? Ya se le hizo, pero para su mala suerte el tipo la dejó por otra alumna.

    Al principio estaba derrotado, tomaba de más, no podía concentrarme en mi trabajo. A dos años de haberme divorciado, creo que fue lo mejor que me pudo pasar, conocí a otra mujer y estoy próximo a casarme. Espero haber aprendido la lección.

  2. Es cierto, las mujeres tienden más a compartir sus historias y a pedir ayuda, pero la infidelidad femenina es un hecho que ha aumentado con la revolución sexual, ya que existen más oportunidades en la calle que cuando estaban dedicadas en exclusiva al hogar como antes sucedía.

    Según el género, las reacciones difieren:

    - Las mujeres tienden más a sufrir el abandono, a esculcar los espacios...

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