DIVÁN

AutorJosefina Leroux

Causas circulares

P.- Soy un hombre de 45 años, casado y con un hijo de 3 años. El menor de la familia de la cual ya quedamos muy pocos.

Hace ya algunos años he visto mi vida venir de bajada y por más que trato de buscar una solución o una fuente de energía no he podido.

Mi concentración ya no es la misma, y eso me ha afectado mucho en mi desempeño, pues ha hecho que quede mal en trabajos, los pongo por un lado y los voy dejando porque me llegan otros y no he sabido decir no. El trato y los sentimientos por la familia también van menguando.

Años atrás me distinguía por ser muy trabajador, dedicado, me gané el respeto de mucha gente, por lo que decidí trabajar por mi cuenta. Trabajaba a altas horas de la noche y en ocasiones no dormía, inclusive hasta me sentía con más ganas de trabajar al día siguiente. Dejé muchas cosas por el trabajo, hasta el amor.

Comencé a sentir ese vacío, ese cansancio, desde los 35 años, pues fue cuando las enfermedades comenzaron a llegar a la familia, ya han fallecido dos hermanos y mi madre. Soy creyente y me apoyo también en eso para salir adelante, pero por más que intento no lo logro.

Cuando conocí a la que hoy es mi esposa fue una gran ayuda para tomar fuerzas, sin embargo, seguía dejando de cumplir con algunos deberes que por más sencillos que son, ya juntos me están asfixiando.

Cuando nació mi hijo pensé en que la alegría que él me da también me ayudaría a salir adelante, pero sigo igual. A veces tomo una cucharada de oxígeno de no sé dónde y me sigo sosteniendo.

Quiero salir adelante por mí y por mi familia, pero creo que necesito más herramientas para lograrlo.

R.- Su mensaje transparenta un duelo o varios...

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