Diván

AutorJosefina Leroux

Obsesionado con su cuerpo

P.- Mi hijo tiene 17 años y pareciera estar obsesionado con su figura. Ingresó a un gimnasio y quiere estar "marcado", además está siguiendo una dieta que no es balanceada.

Hace poco encontré en su cuarto pastillas anabólicas que le vendieron en el gym. Al confrontarlo me dijo que él era dueño de su cuerpo y sabía lo que hacía y se metía, que además eran anabólicos "naturales" y que según los del gym no eran dañinos mientras se tomaran por ciclos.

Al principio nuestra conversación fue muy acalorada, posteriormente le envié información para demostrarle que lo único natural es lo que se encuentra en los alimentos y que por consiguiente las pastillas le podrán ocasionar severos daños aun en consumo moderado. Está renuente a dejar de consumirlos.

Hemos continuado el diálogo, le he ofrecido llevarlo con un médico para que escuche una opinión profesional, pero no quiere. Asegura que quiere probarlos y que continuará con el ciclo. Le comenté que yo no continuaría pagándole el gym mientras siguiera con esa idea.

¿Qué puedo hacer? Me resisto a respetarlo en esta decisión aun cuando le falten seis meses para ser mayor de edad dado que sé que lo que está haciendo no es bueno para él.

¿En qué momento los padres debemos respetar sus decisiones?

R.- Lo más importante es mantener comunicación con su hijo. La vigorexia es una adicción al ejercicio. Pero, como todas las adicciones, hasta que el afectado pide ayuda, puede hacerle...

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