Diván 186

AutorJosefina Leroux

Antisocial(es)

P.-Josefina:

Tenemos un hijo que no sale ni se relaciona. Con trabajo va a la escuela.

De chico no lo dejaba salir con los vecinos porque vivimos en un barrio peligroso y me daba miedo que hiciera amistades peligrosas. Le gustaba mucho ver tele y yo le compraba juegos de Nintendo para tenerlo entretenido.

Ahora no quiere salir ni le interesa tener amigos, está encerrado con su computadora y no hay forma de convencerlo de que conviva. Por favor oriénteme.

R.-Si enseñó a su hijo un estilo de vida y de entretenimiento, prescindiendo de la gente, resulta lógico que ahora se resista por la dificultad que le represente.

La socialización es la consecuencia de una serie de aprendizajes que se adquieren paulatinamente. Si se le hizo ver (con palabras o sin ellas) la gente como amenazante, será una tarea difícil convencerle de lo contrario.

¿Qué tan social es usted misma?

Podría empezar por ofrecerle alguna actividad que interese a su hijo, como tomar clases de dibujo por computación o de algún instrumento musical; también de abrir la casa para que invite a algún amigo o amiga, o invitarlo a salir a algún lado interesante para él, para que pueda ir aprendiendo que fuera de su refugio hay una vida atractiva y enriquecedora.

Hijo vago

P.-Licenciada Leroux :

El menor de nuestros hijos (23 años) no estudia más, no trabaja y no aporta. La economía familiar está muy debilitada. Todos están casados excepto él. Mi marido no le da dinero para nada; en casa sólo recibe techo, lavado de ropa y alimentos. El ya se cansó de intentar el diálogo y decirle que se responsabilice, simplemente tolera la situación y yo siento que a este hijo le faltó apoyo de su papá; se levanta a las 12 horas o más y por la noche socialitos.

El ejemplo de responsabilidad de mi marido y mío no ha funcionado y los consejos de ambos tampoco. No considero que el muchacho esté "traumado" por falta de afectos o cerrazón de mamá y papá.

Mi esposo quiere "apretar" más al hijo, pero yo no estoy de acuerdo. Debo decirle que el muchacho no está enfermo ni es tonto.

R.-Le sugiero asistir a una terapia de pareja, porque atrás de los problemas de los hijos, están los de la propia pareja.

En general, los padres no se dan cuenta que la adolescencia de sus hijos es el tiempo de cosechar lo que sembraron. ¿Cómo influyó ser el menor de la familia en la asignación de responsabilidades, en la constancia y perseverancia de ustedes sus padres para su cumplimiento?

La responsabilidad no se...

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