Diván

AutorJosefina Leroux

¿Sólo por ser mujeres?

P.- Mujer de 52 años, 26 de casada, tres hijas, dos de ellas profesionistas y una estudiante.

El problema es que mi esposo no coopera con las labores del hogar. Él cree que porque somos mujeres tenemos la obligación de hacerle todo: recoger su ropa sucia, servirle de comer a deshoras o llevarle un vaso de agua hasta donde esté.

También, cambiarle las pilas al control remoto, grabarle un número en el celular, hacer los pagos de los servicios y así un sinfín de cosas que él pudiera hacer, pero no las hace.

En resumen, nos trata como sus sirvientas. Por favor, le pido orientación.

R.- El matrimonio es el contrato de una sociedad conyugal (la mayoría de las veces, inconsciente) del que no se habla.

Principalmente, hay dos regímenes bajo los que funcionan las parejas, el complementario y el simétrico, pero están escritos en letra chiquita, por decirlo metafóricamente. Hablo de las reglas de juego que imperarán en lo cotidiano.

El régimen complementario es el tradicional, donde los hombres se encargan de lo que ocurre fuera de casa y las mujeres del hogar y de los niños. Éste funcionó por siglos hasta el feminismo, desde entonces, el régimen simétrico o igualitario fue dándose con mayor frecuencia cada vez.

Este...

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