Disputan supremacía Washington y Beijing

AutorMaribel González

EL NORTE / Estados Unidos

WASHINGTON.- Como consecuencia del 9/11, todo cambió, incluso la política exterior de Estados Unidos hacia China. De hecho hay quienes sostienen que China fue el país que más se benefició de esos ataques, porque Washington lo sacó de la lista de potenciales enemigos, con lo cual puede dedicarse a su real objetivo: su desarrollo económico y la modernización. Hoy el Primer Ministro chino Wen Jiabao visita Washington para limar asperezas.

La Administración Bush asumió en enero de ese año viendo a China como un competidor estratégico. En abril enfrentó una prueba difícil cuando un jet de la aviación naval china chocó contra un avión espía americano sobre el Mar del Sur de China.

Sin embargo, desde los ataques terroristas, Washington ve a Beijing como un potencial aliado en la guerra al terrorismo, y los líderes chinos ven la campaña antiterrorista como una oportunidad de mejorar las relaciones y quizás hasta obtener algunas concesiones en temas importantes tales como la venta de armas a Taiwán.

Este es uno de los temas más espinosos en la relación entre Estados Unidos y China. Mientras Estados Unidos defiende cada vez más la seguridad de Taipei, China se muestra inflexible en torno a la reunificación, bajo la política de "una sola China".

Estados Unidos ha dejado claro que no respalda la independencia de Taiwán, pero simultáneamente le ha advertido a China que sólo permitirá un acercamiento pacífico. Además, Washington afirma que aunque no existe ningún pacto de defensa entre Estados Unidos y Taipei, el Acta de Relaciones con Taiwán establece que Estados Unidos proveerá a esa nación de armamento suficiente para su autodefensa.

Según Randy Schriver, subsecretario de Estado para Asuntos de Asia Oriental, cuando de venta de armas se trata, el interés de Estados Unidos es suministrar a Taiwán armamento defensivo incluyendo submarinos.

Cooperación compleja

Pero no sólo Taiwán aparece como una piedra en el camino para la cooperación entre Estados Unidos y China. Esa relación de cooperación está llena de complejidades, comenzando porque la definición de la República Popular China sobre qué constituye terrorismo es mucho más amplia que la definición utilizada por la Administración Bush: China define como grupos peligrosos o terroristas a los tibetanos, a los musulmanes de la región autónoma de Xinjiang-Uighur (un grupo turco-musulmano) y a los taiwaneses que expresen un deseo de independencia.

Dado que Estados Unidos desde el...

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