De su diario de novias

AutorYazmín Gallegos

La única explicación para el amor que Guadalupe Eugenia Vilchez de García les tiene a los vestidos de novia es que creció rodeada de ellos, observando cómo las telas tomaban forma bajo la supervisión de su mamá, Orelia G. Zambrano viuda de Vilchez, en la tienda Casa Zambrano a finales de los 50.

Hoy, luego de 46 años de ver cómo el vestido de bodas hace tan felices a las novias, la señora Lupana, como es conocida por todos, comparte algunas de sus experiencias.

A principios de los años 70, cuando tuvo la oportunidad de iniciar su propio negocio, con el apoyo de su esposo, Ramón García Rodríguez, no tuvo duda del giro: abrió una fábrica y una tienda de vestidos para novias.

"Anteriormente los vestidos de novia se fabricaban en Monterrey, no se importaban; yo confeccionaba y vendía mayoreo también fuera de Monterrey", comenta Lupana.

Su primera tienda, que abrió hace 33 años, fue Lafayette, ubicada en Garza Sada, después abrió Carmen Chic, en Hidalgo y Carranza; más tarde, Garvil (por García Vilchez) en Cumbres; y hace ocho años en San Pedro, Eugenia.

A partir del Tratado de Libre Comercio, Lupana empezó a importarlos y desde entonces, las novias ya no tienen que viajar por los vestidos de las mejores marcas.

Hoy día sus tiendas tienen la exclusiva en Monterrey de la reconocida marca catalana Pronovias y distribuye también Cymbeline, Mori Lee, Charo Pérez, Maggie Sotero y Paloma Blanca entre muchas otras.

El vestido más caro que maneja en sus tiendas es de unos 100 mil pesos, y el más económico no pasa de los cuatro mil pesos.

Con cuatro hijos y 60 empleados, lo que más disfruta Lupana es atender personalmente a las novias, incluso confiesa que se ha quedado platicando con ellas hasta cerca de las 23:00 horas en la tienda.

Orgullosa de que las novias, luego de casadas la visiten con todo y bebés, comenta que ella ha vestido a todas las hijas y primas de una familia, y a otras les ha creado su vestido de primera comunión, quince años y boda.

Pero también ha tenido casos tristes, como el de una chica que, al verse con su vestido de novia, lloraba melancólica y confesaba que no se casaba con el hombre que amaba.

De su diario de novias éstas son algunas anécdotas...

Novias de prisa

Imagínate que es el día de tu boda y todavía no te entregan el vestido.

"Yo he tenido novias con los ojos rojos de haber llorado toda la noche, sentadas afuera de la tienda esperando a que abra para comprar un vestido porque en la tienda a la que fueron o con la...

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