El día después

AutorMónica Delgado

PARÍS. Después de la dramática noche, la Catedral de Notre Dame despertó ayer malherida, pero sosegada.

"Los bomberos siguen adentro, los vemos recorrer las torres", comentó François, muchacho que tomaba fotos desde uno de los puentes adyacentes.

Durante el día, cientos de personas acudieron desde temprano a la Isla de la Cité, donde se asienta esta joya de la arquitectura gótica que el lunes fue arrasada por un perturbador incendio.

"La conmoción es muy fuerte. Hasta mi marido Pascal, que es de familia protestante, pero no cree en Dios, acudió y se unió a los grupos que cantaban frente a Notre Dame", dijo Isabel Martin, jubilada.

Lo que presenciaban era ya sólo su estructura, que logró mantenerse en pie; el esqueleto de uno de los monumentos más frecuentados de Europa, con 13 millones de visitantes al año.

Acostumbrada a interminables profusiones de visitantes, la Catedral mantenía por primera vez a distancia a las multitudes.

La policía francesa acordonó una extensa área...

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