'Destruye' el cine al mundo

AutorCésar Huerta

MEXICO.- Como si los desastres naturales, con su innumerable pérdida de vidas humanas y kilómetros de destrucción, fueran extraídos de la mente de algún guionista cinematográfico, la industria hollywoodense y mundial los ha convertido en un espectáculo más del medio de la farándula.

Desde la década de los 30, cuando se filmó Los Ultimos Días de Pompeya, que recreó la erupción del Vesubio sobre el pueblo romano, hasta La Tormenta Perfecta, que narra el encuentro de tres frentes distintos en las costas de Boston, las catástrofes han sido garantía de éxito en taquilla.

Algunas de las producciones como Tornado (1996), con Helen Hunt; y San Francisco (1936), con Clark Gable, han sido merecedores de algún premio Oscar en las categoría de Mejor Sonido.

Cualquier devastación, como la mítica desaparición de la Atlántida, a causa de maremotos, es perfecta.

Es más, a nivel infantil también se han utilizado los mismos elementos de la naturaleza para iniciar una historia.

En El Mago de Oz, por ejemplo, la niña Dorothy, la protagonista, jamás habría llegado a esa tierra de magia e ilusión si un tornado no hubiera levantado su casa.

Y es que, los temibles movimientos telúricos como el sufrido en la Ciudad de México en 1985 (Derrumbe, Esta Historia no se Olvida) e incluso la posibilidad de que un cuerpo espacial choque contra la Tierra (Armageddon), han sido fuente de inspiración para que productores y realizadores hagan gala de efectos especiales y defiendan la tesis de que la inteligencia del hombre supera la furia de los elementos.

A veces, motivadas por la mercadotecnia, las compañías productoras han intentado involucrar totalmente al espectador invirtiendo fuertes sumas de dinero para que éste sienta en carne propia lo experimentado por las víctimas.

A mitad de los 70, Terremoto causó furor en México y Estados Unidos porque en algunas salas exhibidoras se instaló un dispositivo que movía ligeramente las butacas como si se tratara de un sismo real.

Así, el recuento de los filmes alusivos a las catástrofes son innumerables, porque si bien los más conocidos son aquellos proyectados por las cadenas exhibidoras, hay algunos hechos para ser explotados únicamente por la pantalla chica, como Milagro en la Autopista 880, basado en el temblor que sacudió a la Ciudad de San Francisco en 1989, y donde dicha vía se desplomó atrapando bajo sus escombros a cientos de vehículos que circulaban sobre ella.

Pero, pese a su amplitud, pueden citarse en grupos aquellos...

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