Lo despiden con guirnalda, llanto y canto

AutorVicente Guerrero

Antes de dar la última bendición en una misa dominical, ante el Padre Fidel Galván no se contuvieron las lágrimas de más de mil feligreses que lo despidieron en la Parroquia de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos.

Cobijado bajo el recinto religioso que construía junto con la comunidad de Roble San Nicolás y colonias aledañas, el párroco se contagió de la tristeza de quienes ya no lo escucharán cada domingo.

Tras 16 años de ser el guía espiritual de los feligreses del sector, tanto chicos como grandes, y de avanzar en la construcción de esa obra monumental, llegó el momento de la despedida.

Un tímido letrero, el único con la leyenda "Padre Fidel, te vamos a extrañar, amigo", se perdía en la segunda planta del templo, pero los cientos de muestras de cariño que le profesaron los fieles fueron más que evidentes, aunque en algunos casos se acercaron más al culto a la persona.

Mujeres con rostros rojos por contener el llanto que finalmente fluyó, niños y niñas que cantaban el coro de "Ven y Construye", una de las melodías más populares del sacerdote-cantor y hombres que aplaudían los elogios del Padre Fidel se multiplicaron en cantidad en la misa de las 12:30 horas.

Todos ellos tal vez no veían a un sacerdote común, sino al que supo manejar su carisma para conseguir levantar un templo, aún en proceso, y sostener el Comedor de los Pobres de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos, que da servicio a familiares de pacientes del Hospital Universitario y Clínica 6 del IMSS.

"Quiero hacerme el fuerte, pero ustedes saben de todo lo que esto ha significado para mí", expresó el sacerdote católico que alguna vez llenara el Auditorio Luis Elizondo con su propuesta de evangelización por medio del teatro, la música y la danza.

Antes del Evangelio, el sacerdote quiso sellar el momento de su despedida con una canción, que tal vez llevó dedicatoria para aquellos que han criticado las formas heterodoxas de su pastoral.

"¿Qué será? ¿Qué será ¿Qué será? / Qué será de mi vida, qué será / Si hice mucho o no hice nada / ya mañana se verá...", entonó el presbítero que ha grabado casetes en más de una ocasión como manera de sustentar sus obras.

En el momento de la homilía, el grupo de escenificación aprovechó para mostrar la historia personal del sacerdote, desde la llegada a la comunidad nicolaíta; su lucha para convencer de la bondad de iniciar el comedor; del comienzo de la construcción de la magna obra; su enfermedad coronaria; y hasta su despedida de San Juan...

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