Tienen despedida regia
| Autor | Idalia Barrera y Lorena Corpus |
Se le veía radiante, feliz, enamorada... y cómo no, si el motivo del encuentro con sus amigos regios fue su despedida de soltera.
Paulina Rubio y su prometido, Nicolás Vallejo-Nágera, también conocido como "Colate", se reunieron con sus cuates en el restaurante Bardot , ubicado en Calzada del Valle, a donde arribaron a las 15:20 horas.
Acompañados sólo por una persona que se identificó como encargado de prensa de la intérprete, que también fungía como elemento de seguridad, la mexicana y el español, que contraerán nupcias el 30 de abril, sorprendieron a los comensales.
"La verdad es que estamos muy ilusionados de estar en mi despedida. Son regios muy 'cuqui'", dijo Pau en relación a las amistades que la acompañaban en la mesa.
Colate, quien inició su relación con Pau a mediados del 2005, se mostró muy familiarizado con los presentes, con los que charló y siempre estuvo de buen humor.
"A muchos de los que están aquí ya los conocía, son buenos amigos", dijo el prometido de la artista.
Accesible, pero celoso de su intimidad, el español no quiso hablar de su próxima boda con la cantante y se limitó a comentar lo que más le atrae de ella.
"Es una mujer maravillosa, es hermosa y muy radiante", agregó feliz.
En días pasados, Paulina fue captada viendo vestidos de novia en Los Ángeles, y aunque se había rumorado que los posibles diseñadores de su ajuar serían Valentino, Carolina Herrera y Louis Verdad, ayer confesó que fue ella quien lo diseñó.
¿Cómo será el vestido?, se le cuestionó.
"Muy cuqui", respondió sonriendo.
La artista confirmó que su enlace con el español se llevará a cabo en la Riviera Maya, y que espera que asistan las amistades que ayer le organizaron la despedida.
El motivo de la visita de la pareja a Monterrey fue para asistir a la boda de Liliana Sada y Ernesto Ibarra, y de paso festejaron con sus cuates.
Para su despedida, Pau lució un outfit de short gris y botas arriba de la rodilla del mismo color, playera blanca, chaleco guindo y lentes oscuros. Él por su parte portó un saco negro de terciopelo, camisa gris y pantalón de mezclilla azul.
Los futuros esposos llamaron la atención de los presentes por su sencillez, amabilidad y su actitud relajada, aunque ella nunca perdió la pose que la caracteriza.
La pareja llegó al restaurante antes que los invitados, que fueron arribando al lugar poco a poco, con regalo en mano.
Entre los obsequios a la "Chica Dorada" llamó la...
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