Desafío Extremo / Hidalgo: Sinónimo de emoción y adrenalina

AutorJuan Guillermo O.

Cuando se habla en foros sobre Turismo de Aventura a nivel Latinoamérica, la referencia obligada es Costa Rica, país que ha logrado desarrollar una poderosa y bien organizada infraestructura en este rubro, pues a pesar de su pequeño territorio presenta una vasta gama de alternativas a los amantes de las emociones.

Algo similar sucede en México con el estado de Hidalgo. Su territorio es aproximadamente una cuarta parte de Nuevo León, pero ha logrado dar a conocer sus bellezas naturales, y alcanza un considerable volumen de visitantes que buscan sitios al aire libre o aventuras cargadas de adrenalina.

En marzo tuve la oportunidad de conocer algunas bellezas naturales que se encuentran en la región sureste de este estado durante la tercera versión del Extreme Adventure Hidalgo 2004, competencia de aventura y deportes extremos que reunió a participantes de diferentes partes del mundo, con el equipo Nike de Estados Unidos, para muchos el mejor del orbe, a la cabeza.

En esta ocasión acudí como fotógrafo y escritor, de modo que me di la oportunidad de visitar lugares que no estaban dentro de la ruta de la competencia, pero que merecían ser conocidos.

No pretendo describir a detalle el aspecto deportivo de la carrera ni sus resultados, sino subrayar los sitios recorridos y sus actividades.

El primer día la caravana extrema partió de la plaza principal de Pachuca, enmarcada con su reloj monumental, torre que de alguna forma se encuentra ligada a Monterrey al ser ahí fundida en cobre su moldura o remate superior.

De ahí los competidores se enfilaron a trote a un sitio que tal vez sólo se pueda pasar una vez en la vida, ya que la mina de Real del Monte prácticamente detuvo sus actividades para que los equipos descendieran por un rústico elevador 500 metros a las entrañas de la tierra.

De ahí corrieron más de 5 kilómetros por túneles y pasadizos inundados en que a veces el agua llegaba a la cintura, para finalizar en el otro extremo de la mina y tomar un elevador que los llevaría a la civilización.

Tuve la oportunidad de realizar parte de este trayecto que resultó fascinante y temerario.

Resaltó también en el primer día el paso por el Cerro de Navajas y la Cueva de Solís, sitios boscosos que recuerdan que Hidalgo es algo mucho más que aridez y planicies.

La segunda etapa, de 24 horas continuas, inició en la Laguna de Tecocomulco, embalse muy poco profundo cubierto en gran parte de su superficie por tulares y vegetación acuática, lo que ha originado que...

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