Denise Dresser / 'Yes men'

AutorDenise Dresser

Todos callados. Todos disciplinados. Todos, soldados y adelitas del Presidente, escuchando sin cuestionar, oyendo sin chistar, marchando al ritmo del tambor mañanero.

Así son las reuniones del Gabinete de Andrés Manuel López Obrador. Así son sus juntas de trabajo: el Presidente propone y su equipo dispone.

Da una orden y quienes lo rodean la acatan sin preguntar si viola la ley, cumple con la Constitución, es una mala política pública o tendrá efectos contraproducentes para el País.

En este Gobierno no parece haber deliberación; ha sido sustituida por la sumisión. Lo que se precia no es la preparación sino la lealtad, lo que se valúa no es el conocimiento sino la afinidad ideológica.

La voluntad para no tener voluntad. La conversión de los colaboradores en una colección de "Yes men". Los que siempre dicen sí.

Sí a la guerra declarada contra los expertos, los analistas, los técnicos, los posgrados, las universidades privadas, el mérito, los datos, la evidencia.

Sí a la guerra contra el "expertise". Mientras más educación tengas, más fifí eres. Mientras más experiencia poseas, más corrupto debes haber sido. Mientras más grados acumules, más daño le has hecho a México.

Todos los días, desde el púlpito presidencial y desde las dependencias oficiales se manda un mensaje de menosprecio, un dictamen de desprecio, una plétora de prejuicios.

Los que se fueron a entrenar al extranjero regresaron con malas mañas. Los que tienen mayor preparación son quienes produjeron la expoliación.

Si te preparaste para servir o analizar o educar o hacer investigación en tu país no serás aplaudido; serás colocado en el banquillo de los acusados.

Serás crucificado en la plaza pública como miembro de alguna "mafia": científica, social, universitaria, política.

La 4T no trata de componer o mejorar a la administración pública. Trata de purgarla. Satanizarla primero para doblegarla después.

Lo lógica es evidente: sustituyamos a los que creemos corruptos o fifís, por los que sabemos son ineptos pero incondicionales.

Por eso la baja calidad de las ternas que Rocío Nahle envió para ser comisionados de la Comisión Reguladora de Energía y el ridículo que hicieron.

Por eso los currículums irrisorios de nuevos nombramientos en el Conacyt, y la falta de preparación que evidenciaron.

Por eso la falta de destreza de los directivos de Pemex que fueron a presentar el plan de negocios a Nueva York, y las críticas lapidarias que recibieron.

Este Gobierno despide a "neoliberales" y...

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