Denise Dresser / Tóxico

AutorDenise Dresser

"Tóxico". La palabra del año según el Oxford English Dictionary.

Elegida por la variedad de contextos en los cuales se ha hecho presente, desde conversaciones sobre el medio ambiente hasta lamentos sobre el discurso político actual.

Refleja el "ethos", el ambiente, la preocupación compartida. Retrata al Gobierno que llega a su fin y al Presidente que lo encabezó.

Tóxicos por la corrupción que avalaron, la impunidad que permitieron, la cuatitud que protegieron, el país manchado de sangre que dejan tras de sí.

Un sexenio repleto de "toxicon pharmakon" -veneno para dardos- que recorrió el sistema político y económico, saboteando reformas, agravando males.

Un Presidente que prometió salvar a México, pero acabó envenenándolo.

Lejos quedó el país de las primeras planas, aplaudido por la aprobación de reformas largamente pospuestas e históricamente rechazadas.

El Presidente transformador fue sustituido por el Presidente corruptor; la competencia por la cuatitud; la narrativa exitosa por el descalabro estrepitoso.

Transitamos de "Mover a México" a la "Peñastroika perdida". El reformismo modernizador del "Nuevo PRI" fue saboteado, una y otra vez, por sus viejas prácticas: por la corrupción como forma de vida, por la manipulación como modus operandi.

Peña Nieto no será recordado gracias a los cambios que impulsó sino debido las peores prácticas que exacerbó.

El priismo nunca fue tan obvio en su rapacidad, tan evidente en su extracción. Los epítetos del sexenio: la Casa Blanca, Odebrecht, OHL, la Estafa Maestra, el Gobierno Espía.

Pero más allá de la corrupción corrosiva y la impunidad itinerante, lo peor que el peñanietismo deja tras de sí es el descrédito institucional. Instituciones creadas para ser contrapesos del poder que se convirtieron en sus comparsas. Instituciones diseñadas para la autonomía que se dedicaron a la politiquería.

El INE inerte ante las ilegalidades del Partido Verde, el SAT silencioso ante las condonaciones fiscales, el INAI inconsistente o con frecuencia ausente, el Tribunal Electoral cada vez más discrecional, la CNBV impasible ante el rentismo del sistema financiero, la PGR persiguiendo a enemigos políticos mientras ignoraba a criminales priistas.

Consejeros que no fueron autónomos, reguladores que se dejaron capturar, magistrados a modo. En vez de fortalecer al andamiaje institucional, el peñanietismo lo debilitó aún más, politizándolo, partidizándolo, degradándolo.

Peña Nieto puso a las instituciones del Estado al...

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