Denise Dresser / Discriminocracia

AutorDenise Dresser

Así hay que admitirlo y así hay que combatirlo. México es un país racista. México es un país clasista. México es un país discriminador.

Todos los días, a todas las horas, alguien maltrata a un hombre o a una mujer por su color de piel, por su género, por su preferencia sexual, por su condición social, por su origen.

Y llevamos demasiado tiempo negándolo, insistiendo que el mestizaje superó las denominaciones raciales y las divisiones sociales, cuando no es así.

Nos han indoctrinado para pensar que nunca hemos sido un lugar excluyente; nunca hemos sido un lugar intolerante.

Eso dicen aquellos que reproducen los códigos de conducta del lugar que habitan. Eso dicen quienes disparan balas verbales como "indio" y "naco" y "vieja" y "gata" y "nagual" y "maricón".

El maltrato a las minorías para ventaja de quienes han poseído el poder, construido sobre una supuesta superioridad congénita.

Maltrato evidenciado en las calles y en las casas, en las redes sociales y en los entornos laborales.

Documentado en estudio tras estudio y plasmado en las investigaciones del proyecto "Discriminación étnico-racial en México", del Colmex/Oxfam.

El sesgo sistemático a favor de las personas de tez clara. La concentración de personas de tez morena en actividades de baja calificación.

Conforme más blanco eres, más movilidad social tendrás. Mientras más moreno eres, con menos escolaridad contarás.

Conforme más blanco eres, mayor será tu nivel socioeconómico. Mientras más moreno eres, menor será tu ingreso.

Los de tez clara ascienden; los de tez oscura se estancan o descienden.

La pigmentación sí es factor de discriminación; la pigmentocracia sí afecta la calidad de la democracia.

Pero muchos discriminadores aún no lo comprenden. Viven atorados en lo que Doris Sommer llama "ficciones fundacionales".

El mito del país mestizo. El mito del país que es clasista más no racista. El mito del país tan progresista que hasta un indígena zapoteco logró ser Presidente.

Esas ideas propagadas que llevaron a creer en el mestizaje civilizatorio, el indio noble, la cultura tolerante, la raza cósmica.

Esas medias verdades que ocultaron la gran mentira.

En México nadie nunca se declara homofóbico o racista o discriminador o machista o xenófobo, pero muchos por acción u omisión lo son.

En México todavía es posible reírse de la fisonomía de los negros; todavía es posible burlarse del color de piel de los morenos; todavía es posible descalificar a personas por su origen social; todavía es...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR