Dejan huella su sazón y simpatía

AutorDaniel de la Fuente

"Me quedo con su imagen de disciplina y respeto a los clientes, de amor al trabajo y de mucha entrega", afirma Víctor Hugo González de su padre, Felipe González González, fallecido el pasado 17 de abril a los 79 años.

Junto a su hermano Mario, Felipe fue propietario del Indio Azteca, decano de los bares en Monterrey, situado en Calzada Madero y Diego de Montemayor. El año pasado abrió una sucursal en Plaza Chroma, San Pedro.

Felipe y Mario fueron los rostros por décadas de este negocio hasta que en el 2016 ambos se retiraron, el primero por un cáncer que terminaría con su vida. La administración quedó a cargo de Víctor Hugo y de sus primos Jaime y Javier.

El tatarabuelo de las cantinas en la Sultana del Norte fue fundado en 1920 por Santiago González, oriundo del municipio de Marín. Años más tarde se hicieron cargo sus hijos Severo y Ventura.

Severo fue padre de Felipe y Mario.

El Indio Azteca habría sido una cantina más de no ser porque la mamá de Felipe, Esperanza, inventó una receta secreta para la carne de puerco que servían de botana y que, al tiempo, se extendería a los platillos exquisitos que conforman su menú integrado por lomo, aldilla, costilla, chamorro y filete, todo de puerco.

Felipe se fue sin revelar los ingredientes del adobo exquisito.

"Es un secreto familiar", comenta Víctor Hugo, quien confía en que haya una quinta generación...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR