Dejan a hijos por el juego
| Autor | Olivia Guzón |
Antes de poner un pie por vez primera en un casino, Yolanda era una empleada, esposa y mamá modelo de un adolescente de 16 años y un niño de 9 años.
Eso fue hace seis años, antes de que esta mujer que ahora tiene 41 años perdiera más de un millón 300 mil pesos jugando maquinitas en un casino.
Hoy se encuentra sin empleo, su relación de pareja se deterioró casi al grado del divorcio y, a pesar de tener dos hijos más, uno de 5 años y una bebé de 2 años, su adicción la llevó a endeudarse con más de 10 personas, desde prestamistas hasta amigos e incluso desconocidos.
Ella es adicta al juego.
El casino vs. los hijos
En Monterrey, donde cada vez hay más casinos, la ludopatía ha causado que madres de familia hagan a sus hijos a un lado y muchas de ellas roben, engañen, se prostituyan y hasta lleguen al suicidio.
Aunque la mayoría de los casos de ludopatía se concentra en hombres de 30 a 40 años, al menos un 10 por ciento son mujeres con estas mismas edades, asegura José Manuel Menchón, jefe de psiquiatría del Hospital Universitario de Bellvitge, en Barcelona.
"Las mujeres suelen jugar para escapar de estados emocionales negativos, de manera que se convierte en un mecanismo adictivo de resistencia para lidiar con esos aspectos", explica el especialista en el tratamiento de la adicción.
"En los hombres se presenta más como una forma de salir del aburrimiento y causar cierta excitación".
Toda adicción afecta no sólo a la persona que la padece, sino también a quienes la rodean.
De acuerdo con Mario Cáceres, psiquiatra infantil, la adicción de las mamás al juego puede impactar en sus hijos de manera directa en el tiempo de convivencia, ya que el juego se convierte en prioridad.
Pese a sus temores e inseguridades, María y Yolanda, dos ludópatas en rehabilitación, confrontaron sus peores pesadillas y accedieron a compartir su testimonio con EL NORTE de manera anónima.
Ambas son mamás y decidieron buscar ayuda tras casi seis años de vivir atrapadas en el vicio. Su nivel socioeconómico es diferente, pero sus historias de adicción son muy similares.
Para proteger su identidad, sus nombres han sido cambiados.
"Realizaba mis actividades de ama de casa con una prisa impresionante con tal de que me quedara tiempo de ir al casino, no importa que fueran ridículamente 15 minutos o toda la mañana", dice María.
Durante seis años, la mujer de 41 años prefirió pasar su tiempo libre en el casino en vez de con sus hijos, en ese entonces de 7, 6 y 2 años.
Tanto María...
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