Deja huella y lecciones

AutorSamantha Vargas

El 9 de mayo de 1986 fue el último día que se escuchó el silbato de la Fundidora de Monterrey, tras 86 años de vida, dejando a miles de trabajadores sin empleo en todo el País y una tribulación emocional en la Ciudad.

"Era considerada la estrella del desarrollo industrial mexicano, por eso causó tanto impacto, y en la Ciudad, los que se habían acostumbrado a reconocer su importancia, se asustaron mucho en 1986", recuerda Mario Cerutti, doctor especialista en historia económica.

EL NACIMIENTO Y LA PREGUERRA

Con un capital privado de 10 millones de pesos y en pleno Porfiriato se constituyó la Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey en 1900.

La Fundidora, aunque próspera y la primera en su tipo en Latinoamérica, enfrentó desde sus inicios una serie de dificultades que hizo que durante los primeros 25 años de vida no diera utilidades.

Así, gracias a créditos otorgados por el Gobierno y a la gestión de su entonces presidente, Adolfo Prieto, la Fundidora logró salir adelante en la década de 1920 y principios de 1930.

CRECIMIENTO Y EXPANSIÓN

En pleno estallido de la Segunda Guerra Mundial se implementa en México una política de sustitución de importaciones, misma que dura 30 años y que está enfocada a reemplazar los productos provenientes de Estados Unidos, el principal socio comercial del País.

Durante esa época, llamada proteccionismo, la industria siderúrgica logró desarrollarse gracias al mercado interno cautivo, pero fue la Fundidora que, con un poder de negociación crediticio importante y el visto bueno del poder político, se convirtió en la empresa privada más importante de México a finales de los 60.

Algunas de las inversiones importantes realizadas en esta época incluyen el Horno Alto 2, el Molino Lewis y la creación de Aceros Planos en 1941, el Horno Alto 3 en 1965 y el Horno de Aceración al Oxígeno en 1974.

NACIONALIZACIÓN Y CAÍDA

Después de 30 años de esplendor, la Fundidora enfrentó su primer gran problema en enero de 1971, cuando una huelga estudiantil bloqueó su principal mina abastecedora de hierro, interrumpiendo las actividades laborales durante 131 días.

Además, en la década de 1970, la industria siderúrgica mundial sufrió debido al alza en los precios del petróleo, la sustitución del acero por otros materiales, los nuevos competidores internacionales y las nuevas técnicas de producción.

Aunado a esto, las condiciones en México tampoco eran alentadoras: el peso sufrió una devaluación que disparó el costo de la deuda externa de...

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