Lo que debes saber de la relación médico - paciente

AutorJorge Alberto García

Durante miles de años, el juramento hipocrático ha servido como base para regular las relaciones médico-paciente, siendo la idea fundamental querer asegurar que toda acción médica fuera para beneficio de los enfermos.

Posteriores códigos éticos buscan que las prácticas del médico, una posición que tiene mucho poder comparada con la del enfermo, se den dentro de los valores aceptados tanto por el mismo doctor como por la sociedad.

Sin embargo, Omar Kawas, psiquiatra y profesor de ética médica en la Facultad de Medicina de la UANL, señala que la relación médico-paciente, basada en el juramento, se ha modificado de manera importante en los últimos años.

"Hay dos grandes corrientes en la ética médica: la teoría paternalista y la autonómica. La primera era la tradicional y en ella el médico era como un padre que sabía lo que le convenía a cada paciente y éstos confiaban en sus decisiones.

"Pero en esta teoría el doctor era una figura de autoridad: consultaba, daba una receta y el paciente se iba con toda la confianza del mundo de lo que le dijo sin preguntar de qué estaba enfermo. Era una relación asimétrica", explica.

Con el paso del tiempo, señala Kawas, se ha impuesto la teoría autonómica, que pone énfasis en que el paciente reciba toda la información adecuada acerca de su padecimiento, en un lenguaje sencillo y apropiado.

"Esto se le conoce como consentimiento informado: se le explican los diagnósticos y procedimientos terapéuticos a los que debe ser sometido, con qué finalidad y qué ventajas y desventajas tiene que se los haga o no", explica.

Para que un consentimiento informado sea válido, las decisiones del paciente deben ser totalmente voluntarias, competentes e informadas, siempre y cuando esté intelectualmente sano, sin ningún trastorno mental y ser capaz de entender las consecuencias de su decisión, enfatiza.

Cuando se obtiene un diagnóstico, es deber del médico informarle de todas las alternativas terapéuticas disponibles, incluso las que él mismo no domina, y respetar el derecho del paciente a buscar una segunda opinión.

"Ya es una relación de igualdad y esta teoría es la que actualmente domina las relaciones médico-paciente individualizadas, no necesariamente privadas", afirma el catedrático.

Sin embargo, apunta, la teoría paternalista sigue siendo de utilidad en la esfera de la salud pública, cuyo objetivo es hacer el mayor bien posible al mayor número de personas, como son los estudios prenupciales.

"Alguien podría decir que es...

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