David Shields / Refinería en Oaxaca

AutorDavid Shields

Pero también hay un gran potencial energético en Oaxaca, sobre todo en la refinación del petróleo y los proyectos eólicos.

El Gobierno de Felipe Calderón enfrenta el reto de activar proyectos productivos en las entidades más pobres del País. Y como las grandes decisiones de la política energética se basan no sólo en factores técnicos y económicos, sino también en factores políticos, existe la oportunidad de canalizar recursos a proyectos productivos en Oaxaca, una vez resuelto su conflicto político.

Oaxaca merece ser el sitio de una nueva refinería. De hecho, desde principios de los años 90 existen en Petróleos Mexicanos (Pemex) planes para construirla, pero el Gobierno de Carlos Salinas de Gortari, al cerrar la de Azcapotzalco por motivos ambientales y al enfrentar un rápido aumento en el consumo de gasolina, prefirió que Pemex adquiriera una participación en la refinería de Deer Park, ubicada en Houston, ya instalada y disponible, en vez de iniciar el proceso de construir una nueva refinería en México, concretamente en Salina Cruz, Oaxaca.

En años subsecuentes se ha prometido una y otra vez reconfigurar y modernizar la refinería de Salina Cruz, pero no ha habido reconfiguración ni planta nueva.

Si quiere, Felipe Calderón podría no sólo modernizar las instalaciones actuales, sino también construir una nueva refinería en Salina Cruz, aprovechando y mejorando la infraestructura petrolera y portuaria existente.

Tanto Felipe Calderón como funcionarios de la Secretaría de Energía y de Pemex han señalado la conveniencia de construir una nueva refinería en México. Se han manejado diversos sitios posibles en ambos litorales, aunque, a últimas fechas, Pemex Refinación se ha inclinado a favor de Tuxpan, Veracruz, al parecer, por su ubicación geográfica cerca del centro del País y de los mercados del Golfo de México y porque Pemex tiene un amplio terreno disponible.

Salina Cruz ofrece cercanía a la zona petrolera del País y una puerta estratégica de acceso para abastecer las amplias y crecientes necesidades de combustibles en todo el litoral del Pacífico mexicano, además de interactuar con los mercados de California y América Central.

En realidad, no se entiende por qué Pemex necesitaría otra refinería en la costa del Golfo, cuando ya tiene dos, en Madero y en Minatitlán, que han recibido inversiones para su modernización.

Las prioridades deberían ser el desarrollo del sur de México y el abastecimiento de combustibles en el Pacífico. Así, la lógica...

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