Pantalla Grande/ Daredevil: El Hombre sin Miedo: Muchos efectos, poco sentido común

AutorJusto Elorduy

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A primera instancia, da la impresión que Hollywood ha encontrado una minita de oro explotando en la pantalla grande el universo de héroes de los cómics Marvel y el nuevo intento por lograrlo es el caso de Daredevil: El Hombre sin Miedo.

Ben Affleck encarna a Daredevil (Diabólico, como fue conocido aquí en México originalmente en los 60), héroe que tiene la característica de ser ciego, pero que tiene sus otros cuatro sentidos aumentados cortesía del mismo accidente que lo hunde en la oscuridad.

Desde este momento sentencio que el filme es un virtual caos en su desarrollo, con inconsistencias del personaje y con similitudes tremendas al Batman de Tim Burton en vez de apegarse a su lucha de defender con la justicia en sus manos al barrio neoyorquino de la Cocina del Infierno de las manos del ultravillano Kingpin (Michael Clarke Duncan), tanto en su manifestación heroica como en la del abogado Matt Murdock.

El director Mark Steven Johnson mezcla aires del vengador de ultratumba de El Cuervo con el implacable The Punisher, con un universo tristemente aislado de las demás franquicias de Marvel (el único en común es el cameo del creador de los mismos, Stan Lee) y que poco a poco está siendo diluido entre estudios que no pueden hacer referencias cruzadas entre nombres de héroes que comparten en muchos casos la Ciudad de Nueva York.

Daredevil dio una mejor cara en las películas especiales que realizó el siempre recordado Bill Bixby, para el original Hulk de la televisión y de manera cien por ciento apegado al cómic, en las caricaturas de la década de los 90 de El Hombre Araña.

Aquí el filme sufre de malas...

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