Dan vida a la magia navideña

AutorJorge Alberto García

En medio de las luces de las tiendas y el murmullo de los visitantes buscando los regalos para Navidad es fácil divisar un "oasis polar" en los centros comerciales de Monterrey cuyo protagonista no puede ser otro que Santa Clos.

Su figura es inconfundible: de enorme talla, ataviado con un traje rojo, luciendo un cinto con una gran hebilla, botas, cabellos y barba blancos, portando su clásico gorro y siempre de buen humor, con una risa única.

La misión de estos "Santas" cada año se repite: escuchar o recibir cartitas con peticiones de obsequios y tomarse la foto con chicos y grandes.

De acuerdo con Jorge Cavazos, quien durante 21 años ha representado al bonachón personaje en Paseo San Pedro y en eventos privados, el interpretarlo le permite vivir muy de cerca la magia de la Navidad.

"Cada niño es una anécdota: recuerdo uno que llegó con su papá con la mirada atónita, sus pupilas dilatadas de asombro y sin poder expresar ninguna palabra. Es en ese momento que logró conectarme con su alma.

"Mientras esto está pasando, el papá está a un lado, jalándolo del suéter para que diga qué me va a pedir de regalo y por un momento me dan ganas de decirle que se espere y lo deje vivir la magia", rememora emocionado.

Como él, cientos de niños regios se sientan a su lado o en su regazo desde mediados de noviembre, cuando la mayoría de estos representantes de Papá Noel se instalan en los centros comerciales.

"El fin de semana convivo con cerca de 300 que vienen a tomarse una fotografía o decirme qué regalos quieren: los más chiquitos un trenecito o carrito y las niñas, muñecas de diferentes marcas o peluches", relata Jorge.

En cambio, el volumen de niños en Galerías Monterrey supera los mil los sábados y domingos de este mes, cifra que no asusta a Porfirio Anzaldúa, quien se encarga de ser Papá Noel en este centro comercial desde hace 12 años.

"No es sólo ponerse un traje, es realmente ser Santa Clos", expresa. "Él es un personaje mágico e interpretarlo provoca que se desprenda una energía que te hace ver que sus peticiones vienen directo del corazón".

Aunque los que llegan son principalmente pequeños acompañados de sus padres, este Santa ha recibido también a lo largo de los años a adolescentes y adultos que no han perdido el espíritu navideño.

"Una vez llegó en noviembre un joven acompañado de sus padres porque quería que le otorgaran una beca de Harvard y en los primeros días de diciembre regresó para contarme que la había obtenido.

"Vino a darme las...

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