Se dan la paz con sana distancia

AutorDalia Gutiérrez

Al llegar a la puerta de la Basílica de Guadalupe, los fieles recibían las instrucciones a seguir: "Límpiese los zapatos en los tapetes, después presione aquí para aplicarse gel antibacterial y pase con mi compañero para que le tome la temperatura".

Una vez dentro del templo, ubicado en la Colonia Independencia, los asistentes debían sentarse con al menos un metro de distancia, usando de referencia las marcas que había en las bancas, y portar el cubrebocas todo el tiempo.

Medidas similares se aplicaron en otras iglesias de la Arquidiócesis de Monterrey, que tras tres meses de haber restringido sus actividades debido al Covid-19, reanudaron ayer las misas presenciales, con cupo limitado al 10 por ciento de su capacidad.

"Va a haber misa cada hora, pero con poca gente", expresaba un voluntario que estaba en la entrada de la Basílica. "Si llega cuando esté lleno, no va a poder entrar".

A la primera misa del templo, que se realizó en la tarde, asistieron unas 50 personas. Había algunos niños y adultos mayores, pese a que la Secretaría de Salud de Nuevo León señaló que su entrada estaría prohibida por ser un grupo vulnerable.

A la primera misa de la Parroquia del Rosario de Monterrey, en la Colonia Roma, asistieron menos de 15 personas. Para controlar el acceso, se colocaron monedas de plástico en una mesa y se pedía a los fieles depositarlas en una canasta.

"Se han utilizado unas fichas para ir contando, para saber cuándo llegamos al tope", explicó Francis Sierra, religiosa Carmelita del Sagrado Corazón.

Las bancas tenían anuncios donde se leía: "Si vienes solo, siéntate...

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