La Curva Recta/ La incómoda realidad

AutorJesús Ballesteros

Las ventas no han alcanzado los niveles esperados en lo que va del año, y por si fuera poco, la relación con Mercedes Benz se está volviendo más difícil con cada día que pasa.

La integración de las dos compañías ha sido un proceso doloroso hasta la fecha, y todo parece indicar que no hay esperanzas de que cambiará pronto.

¿Qué está pasando con DaimlerChrysler? Obviamente algo no está bien. La semana pasada el director general de la empresa, Juergen Schrempp, despidió al encargado de Chrysler en Detroit, el estadounidense James Holden ,y lo reemplazó con un alemán de su confianza. Con esto, ya no queda duda de quién tiene las riendas del asunto: Mercedes Benz está tomando control de la empresa.

En un principio se dijo que DaimlerChrysler sería una "alianza entre iguales". Al menos eso fue lo que acordaron las dos empresas antes de cerrar el trato, y para confirmarlo, decidieron tener dos bases, una en Detroit y otra en Alemania. Siempre existió el rumor, sin embargo, de que Mercedes Benz estaba en realidad comprando a Chrysler, a pesar de que ambas armadoras lo negaron varias veces.

Juergen Schrempp se encargó de aclarar la situación hace poco en una entrevista cuando afirmó con frialdad que sus planes siempre fueron tomar el control de Chrysler, y que si anteriormente apoyó la idea de la "alianza entre iguales" fue sólo para que el fabricante americano aceptara la fusión. El Sr. Schrempp es, a fin de cuentas, un hombre de negocios que siempre se sale con la suya.

Resulta difícil creer que los ex-altos directivos de Chrysler hayan confiado tan fácilmente en Schrempp. La verdad es que aunque hubieran sospechado, que de seguro lo hicieron, no hubieran podido hacer nada porque la oferta que Schrempp hizo a los inversionistas de Chrysler (y a los mismos altos directivos) fue imposible de ignorar. Al menos en aquél entonces, claro, pues ahora la situación es distinta: desde que se anunció la fusión las acciones de DaimlerChrysler (DCX) han estado en picada.

En lo que va del año, por ejemplo, las acciones de DCX han caído más de un 40 por ciento. Ni siquiera GM, quien ha estado perdiendo participación en el mercado estadounidense, ha perdido tanto valor: sus acciones han caído solamente un 22 por ciento. Ford, mientras tanto, ha tenido el mejor desempeño de los tres, pero aún así sus acciones han caído un 13 por ciento.

Dudo mucho que Schrempp, por más astuto que sea, haya...

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