Cuidan a viejitos de la zona rural

AutorAndrea Menchaca

Hay lugares en los que toda ayuda es bienvenida, como el asilo de ancianos Unidos por Dr. Coss, A.C., ubicado en Congregación Cantú, en el municipio de Doctor Coss, a una hora y media de Monterrey.

Hace cuatro años, los salones de un kínder, donde hace más de 10 años hubo niños aprendiendo, se convirtieron en habitaciones para ancianos. Y a un costado, donde solía estar un centro de salud, se instaló una sencilla cocina y lavandería.

El estado de este asilo es precario. No hay cortinas, sino telas colgadas; no hay luz y agua en todas las áreas; se carece de estantes o armarios para guardar trastos y despensa; y la ropería y las sábanas son de segunda mano.

"No tenemos nada nuevo", dice Imelda Ibarra Flores, directora del asilo que atiende a 11 viejitos.

Fue la asociación Unidos por Doctor Coss, creada en el 2002, la que notó que hacía falta un lugar para cuidar a personas de la tercera edad.

"Aquí en el área rural la situación es grave porque el anciano se queda solo en los ranchos. No porque los hijos no lo quieran, sino que tienen que irse a trabajar, a buscar la comida", explica Imelda, enfermera jubilada del IMSS, de 63 años.

Su esposo, el neurólogo Isaías Ríos Ríos, es el médico del asilo.

Una de las primeras personas que recibieron, recuerda, fue un anciano de 98 años, quien llegó en pésimas condiciones. Y es que su hermano de 95 años era el encargado de cuidarlo.

Actualmente, dice, siete ancianos pagan una cuota y cuatro no pagan nada, ya que algunos vivían en extrema pobreza. Ellos provienen de Doctor Coss, Los Aldamas, China y General...

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