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Cuidadores: cuídense

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Vincent
AutorDaniel Santiago

Yolanda Saro de Ferrara habló ayer de los derechos y múltiples deberes de alguien de quien casi no se habla cuando una enfermedad o un accidente irrumpen en la vida de un ser querido y de la familia: el cuidador.

Arquitecta, madre de tres y deportista de alto desempeño, ella los ha aprendido a lo largo de los ocho años al cuidado de su esposo, Pablo Ferrara, también arquitecto y triatleta, quien vive con esclerosis lateral amiotrófica.

Fue en el Hospital Metodista de Houston en donde Yolanda recibió información de estos derechos, como el cuidarse a sí misma, buscar ayuda, reconocer límites, y seguir con facetas de su vida.

Se trata del bienestar del ser querido con alguna enfermedad y de la familia, expresó en su charla "Siendo cuidadora: mi perspectiva", en el Primer Congreso Internacional de Tanatología, Duelo y Cuidados Paliativos, organizado por la Fundación Elisabeth Kübler-Ross México, en el Hospital San José.

Recibir reconocimiento de esos cuidados que se proporcionan es uno de los derechos.

"Es muy difícil pedirle al ser querido que está lidiando con su propia enfermedad, con su propia carencia de poder hacer cosas, decirle que dé las gracias. Se oye cruel", expresó Saro de Ferrara.

"El ser humano puede aguantar meses; uno, dos, tres años, pero eternamente, si no se te reconoce, es más difícil que puedas dar lo mejor de ti al ser un cuidador que no está recibiendo remuneración, porque eres un cuidador por amor, en este caso, por ser la esposa".

A Pablo la enfermedad que debilita los músculos, pero no la mente, le llegó por sorpresa. A Yolanda, el título de cuidadora, también. En estos años ha tomado la conciencia de ser autosuficiente.

"Estar preparada para cuando mi ser querido no me requiera o ya no esté", dijo ante asistentes de varios estados del país que acudieron al Congreso.

La lista de deberes y recomendaciones es larga. Algunas son: trabajar la paciencia propia y seguir haciendo...

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