Cuestiona experto rezago en ciencia

AutorSusana Moraga, Rafael Mathus Ruiz, Alberto Armendáriz, Ángel Villarino y Luis Méndez

MÉXICO.- Mientras Brasil se ha convertido en un líder en aeronáutica y en desarrollo de biocombustibles gracias al impulso que le ha dado a la ciencia y tecnología, México carece de una política de Estado en este rubro, capaz de contribuir al desarrollo del País.

Así lo consideró René Drucker, director General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM, quien señaló que el sistema científico mexicano se encuentra en una situación alarmante ante la falta de inversión, proyección e inoperatividad del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

"La ciencia está en una situación alarmante. Tenemos un Conacyt que está desaparecido realmente, inoperante, da las becas, tiene al SNI (Sistema Nacional de Investigadores) y mantiene los centros públicos de investigación, pero para aspectos básicos hoy en día no funciona.

"Los brasileños con (el entonces Presidente) Luiz Inácio Lula establecieron una política de Estado para los biocombustibles y ahora hasta se han convertido en una potencia en aviones, mientras que en México la política de Estado sobre la ciencia es que no hay una política de Estado y hoy en día un país que no invierte en ciencia está destinado a fallecer económicamente en el futuro, estás cancelando el futuro de la Nación", señaló.

Y es que de acuerdo con el diagnóstico "El Estado de la Ciencia 2010", que la UNESCO elabora cada cinco años, México presenta un grave rezago en materia de investigación y desarrollo.

Es uno de los países que menos invierte en ciencia y tecnología al destinar sólo .4% de su PIB; además, mientras los investigadores mexicanos alcanzan .5 por ciento % del total de expertos en el mundo, los brasileños representan 2%, los rusos el 7 y los chinos el 14 por ciento.

Científico especializado en fisiología, Drucker sostuvo que el problema primordial que enfrenta la ciencia y tecnología en México es la falta de visión por parte de la Federación, donde existe no sólo un desinterés sino un desprecio sobre la investigación y desarrollo.

Ejemplo de ello, indicó, son los letargos que ha tenido el Conacyt a causa de la burocracia, donde desde 2002 comenzó a tener retrasos en la publicación de las convocatorias para financiar los proyectos de ciencia básica.

Sin embargo, en los últimos años la dilación ha aumentado.

Los proyectos correspondientes a la Convocatoria Ciencia Básica SEP-Conacyt 2008 se dieron a conocer 20 meses después.

Los resultados de la convocatoria 2009 fueron publicados luego de 13 meses, el pasado 18...

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