Cruzan sierra y ríos para entregar libros

AutorIris Velázquez

MÉXICO.- Tras recorrer más de mil kilómetros por carretera, en los que atravesaron la sierra, retenes de seguridad, ríos y hasta esquivaron vacas en plena cinta asfáltica, los libros de texto gratuito llegaron a comunidades del llamado "Triángulo Dorado", región conocida por su violencia y difícil acceso.

Esta zona, ubicada entre Chihuahua, Sinaloa y Durango, es tan compleja de atravesar que fue utilizada por Joaquín "El Chapo" Guzmán para operar y guarecerse.

Sin embargo, por más violenta o alejada que sea la región, los libros deben ser entregados.

La labor inicia en las bodegas de la Comisión Nacional de Libros de Texto (Conaliteg), ubicadas en el Estado de México y Querétaro, de donde salen los paquetes de libros hasta los centros estatales. De ahí, son los Gobiernos locales, apoyados por funcionarios, directivos escolares, líderes comunitarios y hasta padres de familia los que se encargan de repartir los ejemplares.

Grupo Reforma siguió la ruta de la caja P2ESA, que salió el 13 de julio de los talleres de la Conaliteg en Querétaro, y llegó el 26 de agosto a la escuela primaria "Profesor Apolonio Lizárraga Moreno", ubicada en la comunidad de Gachupín, Municipio de Tamazula, Durango.

LARGO TRAYECTO

El camión de la Conaliteg sale de Querétaro el 13 de julio. Debido a las dificultades del camino y a la presencia de diversos ríos y relieves montañosos, debe rodear por Culiacán, Sinaloa, para llegar dos días después a una bodega del centro de Durango.

El 1 de agosto, los libros continúan su trayecto. Cruzan por las inmediaciones de la Presa Sanalona, en los límites entre Sinaloa y Durango, donde debe transitar por curvas pronunciadas.

La continuación del Boulevard Francisco I. Madero, hacia Durango, es angosta y de doble sentido. A los pocos metros, se ven hombres con armas largas. Se trata de retenes de la Policía estatal que realizan inspecciones a vehículos, sobre todo a aquellos que transportan mercancías.

Adelante hay una capilla de la Santa Muerte, y luego, iluminada, una de Jesús Malverde, conocido en Sinaloa como el santo de los narcos.

A unos minutos se escucha la tuba, los trombones, bombos y platillos típicos de la banda sinaloense. Se oyen gritos, cantos y se ven parejas bailando en los alrededores de la Presa Sanalona.

La fiesta es ajena a los conductores del camión, hasta que un grupo de jóvenes baja a detener el tránsito para hacer una carrera de arrancones en motocicleta, para decidir quién patrocina la siguiente botella.

...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR